El nacimiento de su segundo hijo, Rocco Durán, cambió por completo el sentimiento y visión de Érika Nota hacia la vida. Sus primeros días en este mundo estuvieron rodeados de lucha e incertidumbre, pero el incansable esfuerzo de su madre en la búsqueda de una respuesta, dio con el diagnóstico: Rocco padecía del Síndrome de Lennox-Gastaut.
En el 2024, Rocco cumplirá 12 años de vida, siendo cada día el gran maestro de su mamá. Hoy, Érika es otra mujer, una que le sonríe a la adversidad y que inspira a otras a abrazar situaciones similares, por medio del programa “Una Luna A La Vez”.
Erika Nota es una de las nominadas en la categoría Inspiración sin límites de la 2da Gala Oye Mujer.