El verano es la estación de las temperaturas elevadas y todos aplican cuidados para esa época. Se utiliza protector solar, se ingiere una mayor cantidad de líquidos, además los sombreros y lentes se ponen de moda. Pero adicional a todos esos cuidados básicos, es importante también cuidar del bolsillo. No, no entendió mal. Este es el consejo de un grupo de investigadores de las Universidades de Alberta y de Winnipeg, en Canadá. De acuerdo con ellos, el sol también provoca que las personas gasten más, mucho más.
Tras analizar registros de seis años de las ventas diarias de una misma empresa, con los datos diario del clima, los estudiantes percibieron que en días calientes, las ventas eran más altas. Después, observaron los hábitos de consumo de 33 personas por alrededor de un mes, evaluando las condiciones climáticas de cada día. Y, por más increíble que pueda parecer, todas las personas gastaron más en días soleados.
Para completar la investigación, los investigadores probaron si esas personas eran más propensas a consumir en locales que tengan la luz artificial.
La conclusión del estudio fue que cuanto más una persona está expuesta a la luz solar, más ganas tiene de comprar. La explicación, según los investigadores es que la luz ejerce grande influencia sobre el humor de las personas. Cuando estamos en tiempos de frío o lluvia, las personas tienden a pasar más tiempo dentro de casa. Pero cuando el sol sale, la gente también busca otras actividades fuera. Y, claro, en la calle tenemos muchas tentaciones para gastar.