MAMUDIYA, Irak (AP). Ahora que ha decaído notablemente la violencia en esta ciudad iraquí, los soldados estadounidenses se han abocado a la tarea de decomisarle las pistolas de juguete a los niños, pues algunas parecen tan reales que podrían confundirse con el tipo letal.
La medida revela el persistente nerviosismo de las fuerzas estadounidenses e iraquíes en este país, donde los insurgentes suelen hacerse pasar por civiles y ser menores de edad.
A distancia, un soldado no puede distinguir bien entre un arma de verdad y una de mentira, y a veces tiene que tomar una decisión expedita sobre si disparar contra la persona.
Los soldados en la zona de Mamudiya se alarmaron un día reciente cuando vieron a un chico apuntando una pistola que parecía real, a tal punto que se declararon en alerta y retuvieron al pequeño hasta que se cercioraron de que el arma era de mentira.
"Este es uno de los temas más delicados con que estamos lidiando en este momento", declaró el teniente Cameron Mays, de 24 años y de Marion, Kentucky. "Es una decisión difícil, cuando un soldado tiene una fracción de segundo para decidir si apretar el gatillo o no".
La orden de confiscar los juguetes en la zona de Mamudiya vino del teniente general Alí Jassim al-Freiji, comandante de la 17ma División del Ejército Iraquí.