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Papa examina con Rajoy la grave crisis social y política de España

CIUDAD DEL VATICANO, ( AFP ). El papa Francisco recibió este lunes en audiencia privada en el Vaticano al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, con quien examinó la grave crisis económica y social que atraviesa España, así como las leyes sobre la familia, el matrimonio y la educación religiosa, además de los importantes lazos que unen ese país con América Latina, informó en un comunicado el Vaticano.

"Durante las conversaciones, desarrolladas en un ambiente de cordialidad, ha habido un intercambio de opiniones sobre la difícil situación económica y financiera mundial a la que se enfrenta España, al igual que otros países europeos, y que ha causado una grave crisis del empleo, afectando a numerosas familias, particularmente a los jóvenes", indica la nota divulgada por la oficina de prensa de la Santa Sede.

El papa argentino conversó a puerta cerrada y a solas durante 24 minutos con Rajoy, primer líder europeo que Francisco, elegido el pasado 13 de marzo, recibió en audiencia en la biblioteca privada del segundo piso del palacio apostólico.

Durante la reunión, los dos líderes hablaron de "la situación político-institucional actual del país, reconociendo la necesidad de diálogo entre todos los componentes de la sociedad basado en el respeto mutuo y que tenga en cuenta valores como la justicia y la solidaridad en la búsqueda del bien común", recalca el comunicado al referirse a las tensiones políticas y sociales en ese país por el alto desempleo, la recesión económica y los desalojos.

El jefe del gobierno español no concedió entrevistas al término del encuentro con el Papa, como es tradición en esos casos, y su vocero, Javier del Bosque, se limitó a recalcar que se trató de un encuentro "cordial" en el que se abordaron también temas de carácter internacional, en particular la relación con América Latina.

"Se recordó especialmente a América Latina", subraya por su lado la nota vaticana.

Los dos líderes examinaron también uno de los temas candentes y de "actualidad" para las relaciones entre la Iglesia católica y España, como "la institución del matrimonio y de la familia y la importancia de la educación religiosa", indica la nota.

La Santa Sede y en particular la influyente iglesia española se opusieron rotundamente a la política del anterior gobierno es español, del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, a favor del aborto, la legalización del matrimonio homosexual y la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

Las diferencias son menores con el conservador Rajoy, líder del Partido Popular, quien anunció entre otras la reforma de la ley del aborto.

Si bien Francisco no se ha pronunciado hasta ahora sobre esos temas públicamente, no hay dudas de que mantendrá la línea de firme oposición de su predecesor, Benedicto XVI.

Al término del encuentro, Rajoy presentó a la delegación que lo acompañaba, encabezada por su esposa Elvira Rodríguez.

Durante el tradicional intercambio de regalos, Rajoy regaló al nuevo Papa una camiseta roja de la selección española de fútbol, firmada por todos sus jugadores.

El Papa es un apasionado del fútbol y es hincha desde niño del equipo argentino San Lorenzo.

Rajoy también le regaló una elegante copia del "Aetatitubs Mundi Imagines", con imágenes del siglo XVI realizado por Francisco de Holanda.

Sucesivamente, Rajoy se reunió durante casi una hora con el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, quien le regaló al dirigente español una pluma de los Museos Vaticanos.

El presidente de Gobierno español y la jerarquía del Vaticano destacaron también la labor de la Iglesia española ha favor "de los más necesitados" y la actuación de organizaciones como Cáritas.

Rajoy reiteró la invitación al Papa argentino para que visite España cuando considere más oportuno y almorzó con Bertone y varios jerarcas de la iglesia española antes de su regreso este mismo lunes a España.

Además de a Rajoy, Francisco ha recibido en su primer mes de pontificado a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y a la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, a la que le confirmó su intención de asistir a la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro en julio de 2013.