Un creciente número de niños sirios refugiados en Líbano y Jordania se han convertido en el sostén de sus familias que carecen de recursos para su supervivencia básica, señaló el viernes un informe de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR).
El informe de 61 páginas del ACNUR destaca los apuros de los menores que están creciendo en familias fracturadas, han dejado de ir a la escuela y trabajan en mayor número para apoyar a sus familias.
Más de 2 millones de sirios han abandonado sus casas debido al conflicto civil en su país y han buscado asilo en países vecinos como Jordania, Líbano y Turquía. Al menos la mitad de los refugiados, 1,1 millones, son niños. De ellos, alrededor del 75% son menores de 12 años, indicó el reporte de la ACNUR.
Niños de siete años trabajan largas jornadas haciendo labores manuales en campos, granjas y talleres a cambio de sueldos bajos, en ocasiones en condiciones peligrosas o de explotación, agregó el informe.
En el campo de refugiados de Zaatari, en Jordania, la mayoría de las más de 680 pequeñas tiendas existentes emplean a niños que viven en el campo, dijo el reporte. Según estimaciones de ACNUR en 11 de las 12 provincias de Siria casi todos los segundos ingresos de los hogares encuestados procedían del trabajo infantil.
En Líbano, cientos de niños refugiados, muchas de ellas niñas de entre siete y 12 años, son recogidos por camionetas de asentamientos de refugiados informales esparcidos en el valle de Bekaa y las áreas de la frontera norte y llevados a los campos donde trabajan entre seis y ocho horas por un pago de unas 6.000 libras libanesas diarias.
Muchos niños sirios refugiados en Líbano también están en peligro de caer en manos de bandas criminales especializadas en explotar a las víctimas más vulnerables del conflicto. A muchos se les ve pidiendo limosna en las calles de Beirut o vendiendo flores o goma de mascar para sus abusivos cuidadores.
La incapacidad de tener acceso a la educación formal es un problema persistente entre los niños refugiados dijo la ACNUR, cuyo estudio indica que actualmente hay más menores exiliados fuera de la escuela que inscritos en ella.
En Jordania, más de la mitad de los niños sirios refugiados no va a la escuela. En Líbano, unos 200.000 mil menores en edad escolar podrían quedarse sin escuela al final del año porque no hay suficientes salones de clase.
Otra perturbadora muestra de la crisis de refugiados es el amplio número de pequeños nacidos en campos de refugiados que carecen de certificados de nacimiento, dijo la ACNUR. Un estudio de la agencia en Líbano encontró que el 77% de los 781 menores estudiados no tenía un certificado oficial.
FUENTE: AP