México Internacionales -  15 de enero de 2014 - 02:03

México: Crisis entre federales y autodefensas

APATZINGAN - Soldados y policías federales mexicanos escenificaban el martes una crisis con las llamadas fuerzas de autodefensa luego de la nueva campaña del gobierno para frenar la violencia en el estado occidental de Michoacán se tornó mortífera.

Cundían diversas versiones sobre el número de fallecidos. Periodistas de The Associated Press vieron los cadáveres de dos hombres que supuestamente fueron abatidos en un enfrenamiento que comenzó el lunes en la noche entre soldados y lugareños en Antunez y conversaron con la familia de un tercero que también perdió la vida en el incidente.

Entre los fallecidos no había mujeres ni niños, contrario a las afirmaciones del portavoz de uno de los grupos de autodefensas que surgieron en el último año para combatir con las armas a un cártel narcotraficante.

La confrontación ocurrió luego de que el gobierno enviara más tropas a una zona llamada Tierra Caliente, donde las autodefensas han combatido al cártel de Los Caballeros Templarios. El gobierno solicitó el lunes que se desarmen a los grupos de autodefensa.

Las autoridades federales y estatales se reunieron antes del anochecer del martes con dirigentes de los grupos de autodefensa sin que alcanzaran ningún acuerdo para un desarme.

"Tenemos que ser discretos con nuestras armas y no andar con ellas de aquí pa'alla por los caminos", dijo Hipólito Mora, agricultor de limones que encabeza el grupo de autodefensa en La Ruana cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que depusieran las armas.

Horas antes, miembros de las autodefensas bloquearon algunos caminos que llevan a poblados bajo su control, mientras que policías federales establecieron sus propios puntos de revisión en algunas inmediaciones.

Un funcionario federal, no autorizado a ser identificado por nombre, dijo que no tenían órdenes para desarmar a nadie y tampoco intentar tomar las poblaciones bajo control de las autodefensas.

La Procuraduría General de la República informó que no podía confirmar un número de muertos, mientras la Secretaría de Gobernación —responsable del área de seguridad del Ejecutivo— dijo no tener información de que soldados hubieran disparado contra civiles desarmados como dijeron habitantes de Antúnez.

"¿Así quieren proteger al pueblo? No los queremos", dijo Gloria Pérez Torres mientras se lamentaba sobre el cuerpo de su hermano Mario, de 56 años, una de las víctimas en la confrontación con militares ocurrida en las primeras horas del martes.

En la ciudad de Apatzingán, considerado bastión de Los Caballeros Templarios, los alrededores de la principal plaza se llenaron el martes de cientos de policías federales que llegaron a bordo de camionetas con ametralladoras montadas en el techo, vehículos blindados y autobuses ante la mirada de los lugareños.

"Andan aquí (los policías federales) desde años pero no hacen nada", dijo un hombre sentado en una banca de la plaza que sólo quiso identificarse como Iván.

Alejandro Hope, experto en seguridad y ex miembro de la agencia de inteligencia mexicana, calificó de "desastre" la estrategia del gobierno en Michoacán.

Después de arrestar inicialmente a algunos integrantes de las autodefensas hace meses, el gobierno federal, bajo la batuta del secretario de Gobernación (ministro del Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, parecía trabajar con ellos.

El ejército y la policía federal proporcionaban apoyo con helicópteros y patrullajes por tierra mientras los grupos de autodefensa atacaban al cártel, pero nunca intervinieron en los choques armados.

"La semana pasada estaban protegiendo a las autodefensas. El secretario Osorio prácticamente salió a decir que eran útiles... ¿y ahora los vas a reprimir a sangre y fuego?", añadió Hope.

El gobierno no concuerda con esa evaluación, dijo a la AP un funcionario de la Secretaría de Gobernación, no autorizado a ser identificado por políticas internas.

"Es una estrategia que ha ido ajustándose, modificándose en razón de las exigencias de la coyuntura que se da en Michoacán", dijo el funcionario.

Osorio Chong anunció el lunes la nueva estrategia después de un fin de semana de enfrentamientos al tiempo que las autodefensas ampliaban su control hacia las comunidades de Antúnez, Parácuaro y Nueva Italia.

Camiones y autobuses incendiados bloqueaban carreteras. Dos cadáveres fueron encontrados mientras colgaban de un puente.

La confrontación en Antúnez comenzó poco antes de la medianoche del lunes. Varios habitantes de la zona fueron convocados para interponerse a un convoy de militares que habían llegado al lugar para desarmar a las autodefensas.

Testigos dijeron a la AP que las personas que bloquearon el paso de los militares no llevaban armas, sin embargo, algunos soldados abrieron fuego contra la multitud.

El ejército está integrado de personas sin valores ni ética, dijo Estanislao Beltrán, vocero de las autodefensas. "El ejército no tiene porqué disparar a la gente", agregó.

Beltrán afirmó que la confrontación fue con entre 60 u 80 soldados. Había cuando menos igual número de civiles, según testigos.

Los autodefensas han rodeado Apatzingán, baluarte de los Caballeros templarios y centro de una rica región agrícola que es una importante productora de limones, aguacates y mangos.

En los últimos meses han circulado rumores de que algunos grupos de autodefensas habrían sido infiltrados por el cártel rival Nueva Generación, que según autoridades federales mantiene una disputa con Los Caballeros Templarios. Las autodefensas han negado insistentemente que sean financiadas por Nueva Generación.

Los grupos de autodefensa dijeron que se coordinaron bloqueos el martes en carreteras de acceso a 17 municipalidades que ahora controlan, en un intento de evitar la entrada de militares y policías federales.

Felipe Díaz, líder de las autodefensas en Coalcomán, comentó que durante el día cerca de mil hombres, mujeres y niños ayudaron a bloquear la principal carretera de acceso hasta que se retiraron soldados y decenas de policías federales a bordo al menos cuatro autobuses y 15 camionetas.

"Seguimos brindando seguridad, estamos hablando con la gente, diciéndoles que todo está muy bien, que todo está tranquilo", informó Díaz.

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Los periodistas de The Associated Press Olga R. Rodriguez, E. Eduardo Castillo y Katherine Corcoran en ciudad de México contribuyeron para este despacho.

FUENTE: MARK STEVENSON (Associated Press)

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