Iram Shazadi estaba preparando el desayuno para su familia cuando las balas empezaron a zumbar a través de su polvorienta aldea pakistaní a solo medio kilómetro (un cuarto de milla) de la zona de Cachemira en disputa controlada por India.
Entonces, una bomba de mortero disparada por las fuerzas indias golpeó su casa, matando a sus dos hijos pequeños y a la madre de su marido en el peor brote de violencia en la tensa región del Himalaya en años. Hasta el momento, 19 personas— 11 en el bando pakistaní y ocho en el indio — han fallecido en la última semana. Docenas de residentes has resultado heridos y decenas de miles huyeron de sus casas.
"He perdido todo mi mundo", dijo Shazadi el miércoles mientras se recuperaba de sus heridas en un hospital militar. Estaba llorando sentada junto a su hijo de 6 años, que logró escapar de la explosión.
Aunque las pequeñas escaramuzas son habituales en la tensa y rocosa región, el violento intercambio de disparos y bombas de mortero que comenzó el domingo por la noche supone la violación más seria del acuerdo de alto el fuego firmado por India y Pakistán en 2003. La sensación de sorpresa se vio incrementada porque los enfrentamientos comenzaron durante la festividad musulmana del Eid al-Adha, o fiesta del sacrificio, que las familias suelen celebrar con cabra asada y fiestas.
Los choques— de cuyo inicio se culpan mutuamente India y Pakistán— aun cuando ambos países dijeron que quería mejorar sus relaciones e incluso resolver el conflicto. El primer ministro de India, Narendra Modi, invitó al líder pakistaní, Nawaz Sharif, a su toma de posesión en mayo, diciendo que quería comprometerse con más firmeza con su eterno rival.
Pero las relaciones siguen siendo frágiles, e incluso hostiles. En agosto, India cancel inesperadamente conversaciones con Pakistán luego de que su embajador se reuniese con líderes separatistas cachemires. La región de mayoría musulmana - dividida en zonas que controlan India, Pakistán e incluso China - ha vivido enfrentamientos intermitentes durante décadas. Pakistán e India han librado dos guerras en el montañoso territorio.
Funcionarios de ambos lados de la frontera dijeron que estaban desconcertados por el hecho de que la violencia registrada esta semana ocurrió principalmente en una zona densamente poblada de 200 kilómetros (125 millas) entre la provincia pakistaní de Punjab y la zona de Cachemira controlada por India.
La frontera de poca altitud, vigilada por fuerzas paramilitares fronterizas, está rodeada a ambos lados de campos agrícolas y antiguas localidades que estaban allí mucho antes de que Pakistán e India obtuviesen a independencia en 1947 y empezasen a luchar por Cachemira.
Residentes atemorizados de ambos lados dijeron estar hartos del aparentemente interminable ciclo de violencia. Baila Mustafa, una pakistaní recién casada, yace herida junto a su marido, también herido, en el hospital.
"Por favor, déjennos vivir en paz", dijo.
FUENTE: AP