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Comienza juicio por desvío de causa por atentado a centro AMIA en Argentina

El expresidente Carlos Menem y otros 12 imputados estarán en el banquillo a partir del jueves en un esperado juicio por encubrimiento y desvío de la investigación del atentado al centro judío AMIA que causó 85 muertos en 1994 en Argentina, impune 21 años después.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 no juzgará esta vez a presuntos responsables materiales o intelectuales del ataque a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), sino a quienes se imputa de ocultar pruebas y desviar la causa.

Junto a Menem (1989/1999), un juez destituido, dos exfiscales, un exdirigente de la comunidad judía, un exjefe del servicio de inteligencia y su segundo, unexjefe de contrainteligencia y dos excomisarios están imputados de violación de medios de prueba, falsedad ideológica, encubrimiento, abuso de autoridad y peculado.

Otras acusaciones son por supuesta coacción a testigos, privación abusiva de la libertad de policías involucrados con acusación falsa y prevaricato (por resolver en base a pruebas adulteradas).

Se trata del segundo proceso por el más grave atentado de la historia argentina que dejó 85 muertos y 300 heridos, y deriva de un primer juicio que fue declarado nulo en 2004 y con todos los acusados absueltos.

En aquella ocasión quedó comprobado que el juez que instruyó la causa, Juan José Galeano, le pagó 400.000 dólares a Carlos Telleldín, un vendedor de autos robados procesado en la causa, para que inculpe a una decena de policías bonaerenses como supuestos colaboradores en la logística para cometer el atentado.

Telleldín, el último que tuvo en su poder la camioneta que, según la causa, fue utilizada para volar la AMIA, también se sentará el jueves en el banquillo, junto a su esposa y su abogado.

En 2014, Telleldín volvió a ser acusado y es el único argentino procesado por el atentado, de cuya autoría Buenos Aires acusa a exaltos funcionarios iraníes, entre ellos el expresidente Alí Rafsanjani (1989-1997), lo que Teherán niega.

En 2004, el tribunal consideró "numerosas irregularidades comprobadas" para abrir una causa paralela por encubrimiento debido a que "la investigación se orientó a armar acusaciones pretendiendo atender a la vez las lógicas demandas de la sociedad y a satisfacer intereses de gobernantes inescrupulosos".

El ahora senador Menem, de 85 años, está acusado de haber recomendado al juez de abandonar la llamada 'pista siria' que involucraba al ciudadano de ese origen Alberto Kanoore Edul. Las familias de ambos, inmigrantes de Siria, mantenían vínculos entre sí.

Al expresidente también se lo acusa de haber ordenado que participe en el desvío de pruebas al exsecretario de Inteligencia Jorge Anzorreguy, entre otros funcionarios del área.

Sobre Menem ya pesa una condena a siete años de prisión por contrabando de armas a Croacia y a Ecuador entre 1991 y 1995, pero solo se hará efectiva si se le quitan sus fueros de senador.

En tanto, Rubén Beraja, quien presidía la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) en el momento del atentado, está acusado de haber respaldado las maniobras de Galeano, con quien mantenía un contacto fluido.

Serán querellantes las tres organizaciones de familiares de víctimas del atentado (18J, Memoria Activa y Apemia), enfrentadas con la dirigencia comunitaria, la AMIA y la DAIA, que no acusan a Beraja, además de expolicías damnificados por la falsa acusación.

"Los imputados son los responsables de 21 años de ausencia de verdad", estimó Diana Malamud, de Memoria Activa, quien considera este juicio "un punto de inflexión, la oportunidad de echar algo de luz".

La acusación la llevarán tres miembros de la Unidad Fiscal de Investigación AMIA, que durante una década fue dirigida por el fiscal Alberto Nisman, cuya muerte en enero pasado aún no se dilucidó si fue suicidio u homicidio.

En 2006 Nisman, con respaldo del gobierno kirchnerista, acusó del ataque a la AMIA a exgobernantes iraníes, pero en 2013 se opuso al acuerdo entre Buenos Aires y Teherán para poder interrogar a los acusados en Irán.

Cuatro días antes de morir, Nisman acusó a la presidenta Kirchner de pretender desviar la investigación para favorecer a los iraníes, pero luego su denuncia fue rechazada en tres instancias judiciales por inexistencia del delito.

FUENTE: AFP

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