La titular de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, pidió formalmente el jueves la redacción de cargos para someter a juicio político al presidente Donald Trump, quien, desafiante, aseguró que saldrá victorioso de la batalla.
Pelosi, líder de la oposición demócrata que controla la Cámara baja del Congreso, dijo en una declaración televisada que las acciones del presidente republicano no dejan "otra opción" que buscar su destitución.
"Tristemente, pero con confianza y humildad, con lealtad a nuestros fundadores y un corazón lleno de amor por Estados Unidos, hoy le pido al presidente (del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jerry Nadler) que proceda con la redacción de los artículos de juicio político", dijo Pelosi.
Los demócratas dicen tener pruebas de que Trump se aprovechó de su cargo para su beneficio personal.
Tras dos meses de investigaciones, afirman que retuvo ayuda militar a Ucrania para enfrentar la agresión rusa, y ofreció una visita a la Casa Blanca a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, a cambio de que Kiev abriera una investigación de corrupción contra Joe Biden, su potencial oponente en las elecciones de 2020, por su gestión respecto del país cuando era vicepresidente de Barack Obama.
Trump "ha incurrido en abuso de poder, ha socavado nuestra seguridad nacional y ha puesto en peligro la integridad de nuestras elecciones", señaló Pelosi.
"Los hechos son indiscutibles", dijo. "Si permitimos que un presidente esté por encima de la ley, seguramente lo haremos a riesgo de nuestra república", agregó.
La declaración de la mujer más poderosa de la política estadounidense fue breve y sombría. Pero su usual serenidad se convirtió en ira cuando en una rueda de prensa posterior un periodista le preguntó si odiaba al presidente.
"No odio a nadie", replicó. Y evocando su fe católica agregó: "Rezo por el presidente todo el tiempo. Así que no se meta conmigo con palabras como esa".
Si los cargos fueran aprobados por el pleno de la Cámara de Representantes, como se espera que ocurra quizás antes de Navidad, Trump se convertirá en el tercer presidente estadounidense en ser llevado a juicio político, después de Andrew Johnson en 1868 y de Bill Clinton en 1998, ambos absueltos.
Pero muy probablemente el Senado absolverá a Trump en el juicio que se espera tenga lugar en enero.
Acusando a los demócratas de tratar de destituirlo "por NADA", Trump desafió a sus oponentes a avanzar con la acusación "ahora, rápido", para que pueda tener un "juicio justo en el Senado", donde el Partido Republicano tiene 53 de 100 escaños.
"Lo bueno es que los republicanos NUNCA han estado más unidos. ¡Ganaremos!", tuiteó Trump, en tono combativo luego del anuncio de Pelosi, de quien dijo que acababa de tener "un ataque de nervios".
La Casa Blanca, que se ha negado a cooperar con la investigación lanzada por Pelosi a finales de septiembre, dijo que los demócratas deberían estar "avergonzados".
La campaña de reelección de Trump también se pronunció, diciendo que los demócratas buscan desde hace tiempo destituir a Trump como una forma de negar su triunfo en las elecciones de 2016. "Deberían seguir adelante", dijo el gerente de campaña de Trump, Brad Parscale, en un comunicado.
Pelosi no anunció los cargos que podría enfrentar Trump. Pero el legislador demócrata Steve Cohen dijo que los artículos de juicio político "ciertamente" incluirán abuso de poder y obstrucción del Congreso.
Tres constitucionalistas citados el miércoles por el Comité Judicial de la Cámara baja dictaminaron que el presidente podría ser acusado de abuso de poder y soborno, obstrucción del Congreso y obstrucción de la justicia. Que un presidente busque interferencia extranjera en elecciones estadounidenses es un motivo claro para su destitución, dijeron.
Pero un cuarto académico, citado por los republicanos a declarar, encontró "insuficientes" las pruebas contra el presidente.
El líder de la minoría republicana de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, coincidió el jueves. "No hubo sobornos, extorsiones, obstrucción de la justicia ni abuso de poder", dijo a periodistas.
Según las encuestas, los estadounidenses están divididos sobre el proceso de destitución de Trump: el 48% lo apoya frente al 46,2% que se opone, según el promedio de RealClearPolitics.
El juicio político de Trump puede ser contraproducente para los demócratas.
Por un lado, podría afectar el proceso de votación para decidir el candidato presidencial del partido en 2020, que arranca el 3 de febrero en Iowa. Por otro, puede complicar a los demócratas que buscan la reelección en los distritos ganados por Trump.
Pero Pelosi negó que esto tenga "absolutamente nada que ver" con la política. "Se trata de la Constitución de Estados Unidos", dijo.