El exboina verde que se ha adjudicado la responsabilidad de una fallida incursión militar en Venezuela es investigado por tráfico de armas en Estados Unidos, de acuerdo con funcionarios y exfuncionarios policiales.
La investigación en torno a Jordan Goudreau se encuentra en sus primeras etapas y de momento no está claro si derivará en la presentación de cargos formales, según un funcionario policial estadounidense que habló bajo condición de anonimato para poder discutir las deliberaciones internas.
La pesquisa surgió de un frenesí de comentarios contradictorios que Goudreau ha hecho desde que un pequeño grupo de combatientes voluntarios a los que asesoraba lanzó el domingo una incursión con el objetivo de derrocar al presidente venezolano Nicolás Maduro.
Algunos miembros del Congreso de Estados Unidos también preguntaron al Departamento de Estado sobre su conocimiento de los planes de Goudreau y expresaron preocupación de que probablemente haya violado las normas de tráfico de armas.
Una investigación de The Associated Press publicada antes de la incursión fallida colocó a Goudreau en el centro de un complot tramado con el general retirado del ejército venezolano Cliver Alcalá, para entrenar a decenas de desertores de las fuerzas de seguridad de Venezuela en campamentos secretos dentro de la vecina Colombia para llevar a cabo una operación relámpago contra Maduro.
Estados Unidos ha ofrecido una recompensa de 15 millones de dólares por información que conlleve al arresto o condena de Maduro. En marzo, el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump le imputó cargos de narcotráfico.
Los hombres estaban siendo entrenados para combate en tres campamentos rudimentarios en Colombia con la ayuda de Goudreau y su compañía Silvercorp USA, con sede en Florida, comentaron a la AP varios oponentes de Maduro y aspirantes a combatientes. Pero el complot parecía condenado al fracaso desde el principio debido a que carecía del respaldo del gobierno de Trump y estaba infiltrado por la vasta red de inteligencia de Maduro capacitada por Cuba, encontró la AP.
El funcionario policial dijo que los comentarios de Goudreau indican que su trabajo a nombre del ejército de voluntarios podría haber violado las leyes que requieren que cualquier compañía estadounidense que suministre armas o equipos militares, así como asesoría y entrenamiento militar, a personas extranjeras soliciten la aprobación del Departamento de Estado.
Los expertos concuerdan.
“Tan sólo los comentarios públicos de Goudreau muestran que exportaba su pericia letal a un país extranjero”, comentó Sean McFate, ex paracaidista del ejército de Estados Unidos que trabajó como contratista militar privado y es autor del libro “The New Rules of War”, que trata sobre las implicaciones del combate privatizado en la política exterior. “Esta es una infracción grave”, añadió.
Goudreau rechazó comentar al respecto el martes. El Departamento de Estado dijo que la ley le impide confirmar autorizaciones de actividades.
El funcionario policial señaló que la posible participación de Goudreau en el tráfico de armas surge de una incautación realizada el 23 de marzo por la policía de Colombia de un arsenal que era transportado en un camión. Alcalá reclamó la propiedad del cargamento poco antes de entregarse para enfrentar cargos relacionados con narcóticos en Estados Unidos como parte del mismo caso por el que Maduro fue acusado.