Dos grupos yihadistas rivales se reparten grandes extensiones de territorio en la región del lago Chad, pero la creciente influencia del ISWAP, la rama del grupo Estado Islámico en África del Oeste, representa un giro en un conflicto de 12 años.
Hace dos semanas, esta rama del grupo Estado Islámico inició una operación en las tierras de Boko Haram en el bosque de Sambisa y sus combatientes rodearon la vivienda de su jefe histórico, Abubakar Shekau.
Shekau resultó gravemente herido en los combates, según fuentes próximas de los servicios de inteligencia. Los medios nigerianos afirmaron que lo habían matado o que se suicidó inmolándose.
Unas informaciones que, no obstante, son todavía difusas, y ni Boko Haram ni el ISWAP han anunciado oficialmente su deceso. Eso sí, los combates entre ambos grupos se han intensificado.
El ISWAP ha ejecutado a, por lo menos, diez comandantes de Boko Haram, mientras que otros treinta miembros destacados de esa organización se cambiaron de bando y se unieron a la antena del grupo Estado Islámico, según fuentes próximas de los servicios de inteligencia y habitantes de la zona.
Fuentes de seguridad apuntaron que el ISWAP también confirmó como comandante en el bosque de Sambisa a Abu Mus'ab Al Barnawi, hijo del fundador de Boko Haram, Mohamed Yusuf, que ya había sido elegido por el grupo Estado Islámico en 2016 para dirigir el movimiento yihadista en la región.
El hecho de que haya redoblado su poder y de que aparentemente se haya reorganizado significa que el ISWAP cuenta ahora con más territorio que Boko Haram, pero también con más combatientes y armas a su alcance.
Operación seducción
Como suele hacer, el ISWAP emprendió "una campaña de seducción con los civiles y en sus zonas de influencia, viejas y nuevas", afirmó en Twitter Vincent Foucher, investigador del Centro Francés de Investigaciones Científicas (CNRS), citando fuentes de la región.
A diferencia de Boko Haram, que no dudaba en matar a los civiles que se negaran a adherirse a su causa en atentados o abominables masacres, el ISWAP prefiere ganarse la confianza de la población y recaudar dinero de forma organizada.
"Los combatientes del ISWAP afirmarán que Shekau ha muerto, que controlan la zona y que los civiles musulmanes están seguros en cuanto les paguen el impuesto" islámico, agregó Vincent Foucher en Twitter.
En la región del lago Chad, el ISWAP envió un mensaje a los habitantes para decirles que eran bienvenidos en su califato autoproclamado, explicó a la AFP un pescador de Baga, una localidad a orillas del lago Chad.
Los combatientes también afirmaron que querían "acabar con Boko Haram, para empezar a buscar luego entre los soldados nigerianos", según el pescador. "No quieren tener que luchar en dos frentes al mismo tiempo".
Además del bosque de Sambisa, el grupo Boko Haram cuenta con importantes feudos a ambos lados de la frontera con Camerún, en Gwoza, Pulka y en las montañas de Mandara, además de en Níger.
"Para consolidar verdaderamente su influencia, el ISWAP tendrá que someter o convencer a esos feudos de unirse a él", estimó un responsable de seguridad en la región.
Más poder
Un proyecto que parece haber empezado: la semana pasada, yihadistas del ISWAP a bordo de barcos atacaron varios campamentos de la región de Bosso, en Níger, donde los combates dejaron varios muertos, indicaron fuentes próximas de los servicios de inteligencia.
"Hubo enfrentamientos sangrientos en Agadira, Lelewa y Kwatar Bauna entre el ISWAP y Boko Haram", explicó una de las fuentes.
También se oyeron disparos en las montañas de Mandara --en la frontera entre Camerún y Nigeria--, donde combatientes de Boko Haram se negaron a someterse al grupo rival, que ya domina en esa área.
"Si el ISWAP logra hacerse con las tropas de Boko Haram y con sus recursos, su peso y su capacidad de expansión podría verse reforzado", dijo Yan Saint-Pierre, que dirige el centro de análisis en temas de seguridad Modern Security Consulting Group.
Los yihadistas podrán aislar aún más Maiduguri, la capital del estado de Borno, que todavía está relativamente protegida y sirve de refugio a más de un millón de civiles.
Pero, sobre todo, podrán aumentar la presión sobre el ejército, que ya se encuentra atrincherado en unos "supercampamentos" y que es muy dependiente de los bombardeos aéreos.
FUENTE: AFP