Un grupo de soldados halló a dos hermanos que fueron secuestrados en el norte de México en junio por un jefe de un cártel de narcotraficantes que presuntamente mató después a dos sacerdotes jesuitas y a un guía turístico, indicaron fiscales el jueves.
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Durante una búsqueda por tierra y aire en las montañas de la Sierra Tarahumara, los soldados encontraron la fosa donde los narcos enterraron a uno de los hermanos, Paul Berrelleza Rábago. Luego dieron con su hermano, Jesús Armando, que estaba vivo.
Los fiscales dijeron que Paul Berrelleza había sido baleado, secuestrado junto con su hermano, y su casa quemada en el primero de una serie de asesinatos que presuntamente cometió Portillo Gil, quien está prófugo.
Las autoridades han dicho que los homicidios presuntamente comenzaron cuando un equipo de béisbol local del que Portillo Gil era patrocinador perdió un partido ante otro equipo en el que jugaban los dos hermanos. Presuntamente el jefe narco los atacó el lunes siguiente en el poblado de Cerocahui.
Luego supuestamente secuestró y golpeó a un guía turístico, que entonces buscó refugiarse en la iglesia ubicada en la plaza principal del pueblo. Dos sacerdotes jesuitas, Javier Campos, de 79 años, y Joaquín Mora, de 80, intentaron proteger al guía.
Portillo Gil presuntamente mató a los tres, y se llevó sus cuerpos en una camioneta tipo pickup. Los cadáveres fueron hallados posteriormente.
FUENTE: Associated Press