El presidente filipino Rodrigo Duterte, que no puede aspirar legalmente a la reelección, anunció el martes su candidatura a la vicepresidencia para proseguir su "cruzada" contra la droga y los rebeldes, decisión que la oposición considera motivada para eludir a la justicia.
En Filipinas, el presidente y el vicepresidente son elegidos de forma separada. El segundo remplaza al primero en caso de incapacidad o dimisión.
"Voy a proseguir mi cruzada. Me preocupan la rebelión, y luego la criminalidad y la droga", aseguró Rodrigo Duterte.
Desde que llegó al poder Rodrigo Duterte ha librado una sangrienta campaña contra traficantes y consumidores de drogas, que ha costado la vida a decenas de miles de personas, según las ONG.
La Corte Penal Internacional (CPI) pidió en junio la apertura de una investigación sobre los miles de asesinatos cometidos en el marco de esta "guerra", y consideró que podría tratarse de un "crimen contra la humanidad".
Ante la campaña presidencial del próximo mes de mayo, el partido de Duterte, el PDP-Laban, apoyaría al senador Christopher Lawrence "Bong" Go, cercano desde hace tiempo al presidente saliente.
Sin embargo, una fracción del partido, favorable al boxeador estrella y potencial candidato Manny Pacquiao, denunció que el tícket Bong Go-Duterte es una "pantalla de humo" cuyo objetivo es revelar a última hora a la verdadera candidata: Sara, la hija de Duterte, que pertenece a otro partido.
Si Sara Duterte-Carpio, favorita de los sondeos, o Bong Go ganaran la presidencial, podrían contribuir a proteger a Duterte de eventuales demandas penales, según los observadores.
En una parte de su declaración, cortada antes de su difusión, Rodrigo Duterte precisaba que Bon Go y él renunciarían a la campaña electoral si su hija se presentaba como candidata a la presidencia, explicó a la AFP Harry Roque, portavoz de la presidencia.
FUENTE: AFP