Panamá, al igual que el resto de Latinoamérica, no tiene un registro único para los proyectos de cooperación, lo que significa que el país no sabe cuánta ayuda recibe ni de qué tipo es esta, lamentó este sábado en declaraciones a Efe una alta funcionaria de la Cancillería panameña.
" Es increíble que, como país, no sepamos cuánto dinero recibimos. Tenemos ahora mismo algunas cifras, pero son muy dispersas y no reflejan la realidad ", indicó la directora general de Cooperación Internacional, Selina Baños.
La única manera de saber cuánta ayuda recibe el país es "ir a los donantes y preguntarles", ya que no existe ninguna institución que haga un conteo de los proyectos ni que evalúe sus resultados.
Esta situación, añadió la directora, se puede extrapolar a cualquier país latinoamericano, incluido Chile, que es el "más avanzado" de la región en lo que a cooperación internacional se refiere.
" La cooperación que ha recibido Panamá históricamente, que ha sido mucha, ha estado muy desarticulada y descontrolada. Han sido muchas instituciones las que han recibido ayuda. No es que no quisiéramos ser transparentes, es que es muy difícil instaurar un sistema de registro de cuánta ayuda se recibe ", insistió Baños.
Precisamente, la elaboración de un mecanismo de registro de este tipo es uno de los principales objetivos del Plan Nacional de Cooperación que el Gobierno panameño presentó esta semana y denominó Panamá Coopera 2030.
En los últimos meses, el equipo que dirige Baños y que se encargará de implantar el plan, ha registrado 60 proyectos e identificado más de 200 iniciativas de ayuda al desarrollo: "Creemos que hay cerca de 1.000 proyectos de cooperación en el país".
El plan, explicó la alta funcionaria, busca también convertir al Gobierno en un "intermediario" entre los donantes y las distintas instituciones beneficiarias, de tal manera que haya un ente al que consultarle antes de donar para "no duplicar esfuerzos".
" Lo que vemos muchas veces es que hay varios actores actuando en una misma problemática y entre ellos no se articulan. La idea es optimizar recursos, es decir, si hay tres donantes trabajando en Arraiján en el servicio de agua y en Antón no hay nadie, les recomendaremos ir a otro sitio ", explicó Baños.
" El donante tiene muy buenas intenciones pero no siempre sabe las necesidades reales del país ", añadió.
La directora general explicó también que la cooperación ha cambiado mucho en los últimos años, porque su objetivo ya no es solo "eliminar la pobreza sino crear un desarrollo sostenible".
" Hace 30 años la cooperación iba vinculada a la pobreza, había dos bloques de países, los ricos y los pobres, los que ayudaban y los que recibían ayuda, pero eso ya no es así, el mundo ya no es tan bipolar, hay muchas más categorías de países y hay más actores involucrados ", aseguró.
La mayor parte de las personas en condición de pobreza, añadió, se encuentran en países de renta media, por lo que la cooperación ya no solo debe tener solo en cuenta un indicador "tan limitado" como la renta de un país, sino que debe considerar otros factores.
Panamá, por ejemplo, tiene uno de los ingresos per capita más altos de la región (13.519 dólares al año) y es uno de los países que más crece del continente, pero tiene importantes deficiencias en materia de cobertura sanitaria, acceso a servicios básicos como agua y electricidad, infraestructuras y calidad de la educación.
Según datos de la ONU, Panamá tiene una tasa de pobreza extrema de 14,2 % y un Índice de Desarrollo Humano (IDH) de 0,780, siendo el 1 la mejor calificación posible.
"La cantidad de recursos a nivel global ha aumentado pero cada vez se reparte entre más actores y el pedacito de pastel que nos toca es más pequeño. De ahí que uno de los mayores retos que tenemos es optimizar ese recurso cuando llega", concluyó la directora general de Cooperación Internacional.
FUENTE: EFE