Este jueves la Defensoría del Pueblo de Panamá manifestó su preocupación tras el anuncio del Gobierno de Panamá del cierre de fronteras terrestres, marítimas y fluviales con Colombia.
En la reunión el defensor del pueblo, Eduardo Leblanc señaló que también se llamará a funcionarios como el director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y a la directora del Servicio Nacional de Migración, para que sean parte de esta reunión, en vista de que esto resulta en un inconveniente para aquellos migrantes que están por cruzar la frontera en Darién y que tendrán que permanecer 6 o 7 días en la selva, quedando a expensas de ladrones y coyotes.
En esta reunión la Defensoría pide la participación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, ante la preocupación que genera las posibles vulneraciones a los derechos humanos de los migrantes en contexto de movilidad humana que ingresa a Panamá mediante el flujo controlado.