El gerente general de Mi Bus, Carlos Sánchez Fábrega, ha señalado que se requieren aproximadamente 1,200 buses operativos para atender adecuadamente a la población de la región de Panamá. Anteriormente, el sistema de transporte movilizaba a 620,000 personas diariamente, cifra que ha disminuido a 430,000 en la actualidad.
Durante su gestión, Sánchez Fábrega se encontró con una situación financiera complicada, enfrentando $51 millones en cuentas por pagar, lo que representa un tercio del presupuesto anual de la empresa. Para hacer frente a este desafío, se estableció una alianza con proveedores de repuestos, lo que ha permitido abordar los problemas de mantenimiento y reparación de los buses. El objetivo es finalizar el año con al menos 1,000 buses en operación.
Mi Bus enfrenta retos en barrios considerados como zona roja
Sin embargo, el gerente también destacó obstáculos adicionales que enfrenta Mi Bus en su operación. "Hay barrios en esta ciudad donde no podemos entrar a brindar servicio debido a que hay un emperador autorizado por las autoridades que tiene el derecho de prohibir que Mi Bus opere en esas áreas", explicó. Esta situación, sumada a las demandas de nuevas rutas que facilitarían la conexión con el Metro de Panamá, revela las limitaciones impuestas por la legislación de la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), que regula el transporte público en el país.
Sánchez Fábrega enfatizó la necesidad de revisar las leyes existentes para permitir una competencia justa y mejorar el servicio de transporte público, que es vital para la movilidad de los panameños.




