Desde la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, intervino en la septuagésima octava Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el martes 19 de septiembre.
Crisis climática y los avances medioambientales de Panamá
"Debemos preguntarnos cómo impacta la crisis climática, sólo en los tres primeros objetivos de desarrollo sostenible; ¿Podemos lograr el fin de la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, en medio de la sequía, inundaciones, incremento de los océanos?, reflexionemos sobre las conclusiones del panel de expertos que nos advierte de una escala de cambios sin precedentes", sostuvo el presidente Laurentino Cortizo.
Asimismo, expresó que el país está comprometido en preservar los mares, alcanzando una meta del 30% a 9 años del tiempo límite para el cumplimiento de los objetivos de la agenda.
"Panamá ha hecho un esfuerzo extraordinario para preservar los mares y alcanzar la meta de proteger el 30% de sus océanos antes del 2030, incluso aumentamos al 54% en el presente año. Panamá es un líder azul y uno de los siete países del mundo declarado carbono negativo", dijo Cortizo.
También destacó, que Panamá ha establecido un programa de reducción de huella de carbono mediante la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde y derivados.
Adicional, se ha impuesto una agenda de transición energética con el objetivo de encontrar y desarrollar energía accesible no contaminante para reducir las emisiones de gases.
En la intervención, el presidente señaló que Panamá se encuentra entre los 15 países más vulnerables a riesgos climáticos. Citó como ejemplo el desplazamiento de la población residente en la isla Cartí Sugdup, en la comarca Guna Yala.
Canal de Panamá y su compromiso con el comercio marítimo
Desde 1999, el Canal de Panamá es administrado por manos panameñas, y en este sentido, Cortizo expresó ante la ONU, el compromiso del país de operar la ruta marítima de "manera segura, eficiente, confiable y competitiva".
Esfuerzo titánico ante la migración irregular
El país, desde el inicio de la masiva llegada de migrantes irregulares a la selva del Darién, recurso natural de importancia para Centroamérica, ha destinado recursos para la atención de personas de todas las edades, centrándose en aspectos como la salud, alimentación y hospedaje.
"Esta es una situación insostenible, indeseada e inhumana; un drama humanitario de dolor, sufrimiento y muerte para cientos de miles de migrantes que emprenden esa arriesgada travesía".
Para abordar esta problemática, consideró que una vida digna en sus países de origen es una de las soluciones para evitar la migración a gran escala, colaborando a nivel multilateral y respetando los derechos humanos.
Para culminar su discurso, Cortizo enfatizó que Panamá, como miembro fundador de la ONU, reitera el compromiso en la búsqueda de soluciones donde intervenga el diálogo y el respeto mutuo, esenciales para el desarrollo y bienestar de la humanidad.