Después de 143 partidos como internacional absoluto y cuatro Copas del Mundo defendiendo los colores de la Selección de España, Sergio Busquets dijo adiós. El Mundial de Qatar 2022 fue el último servicio para su país del jugador del Barcelona.
El catalán, de 34 años, cierra así un ciclo que inició el 1 de abril de 2009, en un partido de clasificación para el Mundial 2010 ante Turquía, y que le ha confirmado como una de las leyendas del fútbol español.
Capitán de la Furia Roja en Qatar 2022, Busquets disputó su cuarto Mundial, alcanzando a Andoni Zubizarreta, Fernando Hierro, Iker Casillas, Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Sergio Ramos. En la tanda de penaltis contra Marruecos, Busquets fue el que falló el último. Pocos días antes de que empezara la que iba a ser su última Copa del Mundo, el jugador dijo en esta entrevista con El País que nadie le conoce porque él no se muestra nada.
Un jugador irremplazable
Contaba también que la rapidez no estaba dentro de sus cualidades. “Ni soy, ni he sido muy rápido. Soy un jugador de fútbol que ha intentado tener todo controlado: por la posición en la que juego, para ayudar a mi equipo y a mis compañeros a circular rápido la pelota y no perderla. Es una posición poco vistosa, pero importante y en la que se necesitan muchas cosas”.
El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, calificó a Busquets como uno de los “más importantes patrimonios del fútbol español”. Y añadió: “Sergio es un líder silencioso, sereno y admirado por todos por su humildad y naturalidad. Campeón de todo, ha dibujado una inmensa trayectoria que ya está en la historia del fútbol. Pero hay una cuestión más importante: su perfil humano. En eso, Sergio también es imbatible. Busquets merece decidir cuándo y cómo y nuestro único camino es la gratitud. Gracias, Sergio, por tu entrega y lealtad a la selección, eres uno de los más importantes patrimonios del fútbol español”.