El Reino Unido podría convertirse el martes en el primer país del mundo en permitir la concepción de niños in vitro con el ADN de tres personas, para prevenir enfermedades hereditarias graves.
El Parlamento se pronunciará por la tarde sobre una medida que ha estado rodeada de controversia, entre quienes respaldan el tratamiento y sus detractores, entre ellos la Iglesia de Inglaterra, que temen que marque el comienzo de una era de bebés "de diseño".
La investigación ha demostrado que la donación mitocondrial podría ayudar potencialmente a casi 2.500 mujeres en edad reproductiva en el Reino Unido.
Todas están en riesgo de transmitir mutaciones nocivas del ADN en las mitocondrias, orgánulos de las células que suministran la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular.
Los diputados se pronunciarán concretamente sobre una enmienda para modificar las normas que rigen la fecundación in vitro y permitir que los bebés sean concebidos con material genético de tres personas.
Además de recibir el ADN normal de su madre y su padre, a un niño se le dará también una pequeña cantidad de ADN mitocondrial sano de una donante mujer.
Las enfermedades mitocondriales son raras pero pueden ser devastadoras, afectando a los órganos principales y causando enfermedades que van de la ceguera a la sordera, pasando por la pérdida de masa muscular.
Un grupo de organizaciones y activistas internacionales escribieron una carta abierta a los diputados instándoles a votar por el cambio en la ley, diciendo que "ofrece a las familias el primer atisbo de esperanza de tener un bebé que viva sin dolor ni sufrimiento".
Sin embargo, quienes se oponen a la donación mitocondrial argumentan que va demasiado lejos.
El reverendo Brendan McCarthy, asesor en temas de ética médica de la Iglesia anglicana de Inglaterra, dijo al Daily Telegraph: "Sin una visión más clara del papel que las mitocondrias juegan en la transferencia de las características hereditarias, la Iglesia no siente que sea responsable cambiar la ley en este momento".
David King, director del grupo Alerta Genética Humana (Human Genetics Alert), lamentó que el país vaya a romper el consenso internacional de los últimos 40 años, que no hay que modificar genéticamente los seres humanos.
"En el medio de la futura pesadilla del diseño de bebés, la gente mirará atrás y se preguntará: ¿cómo fueron tan irresponsables?", aseguró.