"Noé", la más reciente película del director estadounidense Darren Aronofsky, se estrenó en Panamá el viernes 4 de abril y continúa en cartelera atrayendo a una gran cantidad de público. Entre las cintas anteriores de Darren Aronofsky se encuentran "Pi: El orden del caos" (1998), "Réquiem por un sueño" (2000), "La fuente de la vida" (2006), "El luchador" (2008) y "El cisne negro" (2010), con la cual consiguió una nominación a Mejor Director en los Premios Oscar de la Academia.
Antes de su estreno, este filme generó una serie de controversias, sin embargo el resultado es una película muy especial, diferente, interesante y espectacular. Aronofsky ha llevado a la pantalla grande no sólo la historia de Noé, además nos muestra la creación del universo y también a Adán y Eva. Si bien son relatos bíblicos del Génesis, Aronofsky les da su propia interpretación, mostrando seres de luz transformados en seres caminantes de piedra, que a veces nos hace pensar que estamos viendo más una historia de J. R. R. Tolkien que un relato de la Biblia. Vemos a un Adán y una Eva caminando en el jardín del Edén como seres de luz, antes de ser tentados por la serpiente, y observamos a un Noé diferente, interpretado por Russell Crowe, quien ve en sueños lo que le solicita el Creador, la construcción de un arca para salvar a una pareja de cada especie de animales, antes de la casi extinción de la raza humana por el diluvio universal.
En la película vemos a un Noé y su familia siendo ayudados por seres gigantes de piedra en la construcción del arca, al némesis de Noé, Tubalcaín (Ray Winstone), un violento personaje quien trata de tomarse por la fuerza esta gran embarcación y quien le reclama al Creador el por qué no le contesta, alegando que él está hecho a su imagen, y un sabio Matusalén (Anthony Hopkins), quien proporciona una semilla del Jardín del Edén a Noé, la cual germina para crear los árboles necesarios para la fabricación del arca y quien al mismo tiempo es gestor del renacer de la humanidad, siendo muy importante el otro personaje principal de la historia, Ila, interpretada por Emma Watson, quien pasa a ser una especie de nueva Eva, en contraposición a la determinación de Noé, para quien el diluvio universal debía ser el fin de la humanidad a toda costa.
Noé es una película que si bien contiene acción y escenas fantásticas, al mismo tiempo nos hace pensar, presentándonos la eterna lucha entre el bien y el mal. Si bien nos muestra el punto de vista del creacionismo también podemos ver en movimiento la teoría de la evolución. Con esta cinta Darren Aronofsky se sigue consagrando como uno de los directores más interesantes del cine actual.