Muchas son las mujeres que experimentan algún tipo de problema a la hora de amamantar a su bebé y a través de esta nota te compartimos el testimonio de algunas de ellas.
Las que somos madres primerizas, tenemos muchas anécdotas que contar, y es que por lo general la sociedad nos ha acostumbrado a presionarnos a nosotras mismas, ya que suele decirse cuando das a luz la famosa frase "pégatelo", pero ¿Qué pasa si a la madre no le sale leche o el dolor que siempre al pegar a su bebé es insoportable?
Es allí donde entran muchísimos factores. Comencemos por la situación que enfrentamos en un hospital público, la presión de parir de forma natural, de dilatar, de "soportar" y "no gritar" durante los dolores de parto; sumándole si nos inducen el parto, pasa algo, nos da fiebre y terminamos en una cesárea de urgencia.
Y aunado a todo esto, escuchar cuando nuestro bebé nace y verlo sólo un segundo porque se lo llevan y no nos lo ponen en el pecho para ese contacto piel con piel que nos ayuda a que la lactancia materna sea más efectiva.
En fin, son muchas las experiencias que como madres tenemos que vivir, por supuesto, todas anhelamos y soñamos con darles pecho a nuestro bebé, desde un primer momento, pero la realidad es que eso no es posible en todos los casos.
Hoy, quisiera compartir con ustedes los testimonios de algunas mujeres, todos únicos y diferentes, con el fin de concienciar sobre la importancia de la lactancia materna, en la celebración de su semana a nivel mundial, la cual inicia el 1 de agosto y culmina el 7 del mismo mes.
Testimonios
Laura Chan, 29 años, madre de una niña de 1 año y 8 meses:
"Es difícil cuando sales de una operación tan delicada como una cesárea y te dicen que debes darle pecho incluso aunque te duela porque "el bebé esta formando el pezón", en ese momento, entre el dolor de la herida, el llanto de tu bebé y el dolor de un mal agarre por la falta de concientización puede llevar a una difícil conexión entre madre e hijo. Pienso que se necesita mucho apoyo y CRITICAR menos, la realidad es que la lactancia no debe doler y doy gracias a Dios que no me rendí y busqué la manera de darle LME a mi hija. Su buen desarrollo y la conexión que tenemos ella y yo, son mi mejor recompensa".
Adaleysi Ducasa, 34 años, madre de un bebé de 9 meses:
"Cuando me enteré que estaba embarazada, empecé a documentarme para estar preparada para alimentar a mi niño, cuando nació yo estaba decidida a ofrecer lactancia exclusiva porque ya conocida de todos los beneficios que eso le brindaría a mi bebé, entre intentos, aprendizaje y dolores en el pecho, mi bebé pasó sus primeros 3 meses disfrutando de la lactancia materna exclusiva y yo disfrutaba tenerlo pegado a mi todo el día. Pero nos tocó enfrentar el brote de crecimiento de los 3 meses y el bebé cambió por completo, estaba irritado y me rechazada el pecho, fue muy doloroso para mí y abrumador ya que todos me empezaban a aconsejar qué hacer y qué no hacer y me desesperé buscando referencia en videos y notas al respecto y por otro lado el bebé llorando sin parar con mucha hambre.. Hasta que me detuve y analice que era lo mejor para él y decidí en conjunto con mi esposo y familiares que mi bebé iniciaría con lactancia mixta, Me preocupe los primeros meses pero gracias a Dios mi bebé es un niño muy sano y activo y está creciendo acorde a su edad. Pasados sus 5 meses me tocó regresar al trabajo pero tuve la fortuna de que en la empresa tienen salas de lactancia la cual aproveché al máximo y esto me ayudó a mantener la demanda y a no suspender el pecho. Hoy día mi bebé ya entró a su alimentación complementaria y he mantenido dándole pecho y así lo seguiré haciendo hasta la última gotita. En resumen si hay muchos consejos y orientación pero al final lo mejor para tu bebé es lo que realmente sienta en tu corazón, el instinto de madre de habla, solo escúchalo".
Marilyn Cejas, 38 años, madre de una niña de 4 años:
"Recuerdo que desde el día que nació mi hija quería darle pecho, pero notaba que no salía nada de leche, entonces, una enfermera sin decirme nada me apretó el pezón muy fuerte, hasta se me salieron las lágrimas del dolor (estaba acostada), y vi que salió; luego intenté pegármela varias veces y ella se desesperaba, en ningún momento conté con orientación en la sala del hospital para poder colocarla en una posición correcta y que su agarre permitiera que todo funcionada, lo intenté en cada momento pero no pude, ellos le dieron a mi bebé por las noches y luego me la entregaban para seguir intentando hasta que salí del hospital. Luego el proceso fue muy difícil, me dolía demasiado y no pude pegarla bien, se desesperaba y eso me estresaba también, cuando lo lograba aguantaba el dolor pero sentía mucha impotencia porque se despegaba y no lograba un buen agarre, lo intenté muchas veces, compré extractores para sacarme algo porque tenía muy poquita y se la daba en vasito o en biberón, pero durante ese proceso donde no me rendí, le daba fórmula porque me daba temor que no estuviera alimentada, y en el camino, cuando me sentía un poco más dispuesta a seguirlo intentando, mi bebé no quería el pecho, recuerdo que para mi eso fue muy doloroso, lloré muchísimo y me sentía como una mala madre, pero luego comprendí que no debía culparme por eso y nadie tiene el derecho de juzgar a ninguna madre, ya que a cada una se nos presentan situaciones diferentes y debemos luchar con eso para salir adelante. Lo cierto es que luego de buscar opiniones de especialistas, pedir ayuda y demás, me indicaron que mi bebé estaba presentando lo que se llama confusión de pezón y que ya era muy difícil que agarrara la teta, no quería rendirme, cada vez que podía me sacaba leche pero luego me di cuenta que casi no producía y bueno, desde ese entonces le di fórmula a mi bebé, pero lo que sí les puedo decir es que las veces que logré darle pecho me sentí la mujer más afortunada del universo, al igual que mi niña, que me miraba con unos ojitos que me enamoraban. Gracias a Dios mi niña es una niña sana y muy inteligente".
Itza Arauz, 37 años, madre de un niño de 11 años y una niña de 2 años:
"Para mí la lactancia ha sido una experiencia maravillosa, es una conexión especial, y no hay sonrisa más linda que la de tu bebé cuando le estás dando de comer; pero a la vez también es compleja, los primeros días, conseguir el agarre adecuado, todo el día estar en exclusiva para el bebé es difícil, no imposible, y con mucho amor, paciencia y sobre todo apoyo incondicional se puede lograr".
Todas las madres tenemos experiencias diferentes, lo importante es empoderarnos, buscar apoyo, comunicarnos y nunca dejar de intentarlo, todas podemos darle pecho a nuestro bebé, sólo se trata de ser optimistas y salir adelante ante cada obstáculo. ¡Que Dios me las bendiga!