BOSTON (AP). La subsidiaria venezolana Citgo suspendió los envíos de combustible de calefacción para familias pobres en Estados Unidos debido a los bajos precios del petróleo y la crisis económica mundial, anunció el lunes la organización sin ánimo de lucro que distribuyó el donativo.
El programa había ofrecido la asistencia a miles de estadounidenses que no pueden comprar combustible para sortear el frío invernal.
Joseph Kennedy, presidente de la organización Citizens Energy, señaló que la subsidiaria venezolana _que opera en Texas_ se vio forzada a reconsiderar sus programas sociales debido a la caída del precio del crudo y la crisis económica. El programa, que ha desatado controversia, ofrecía el combustible de calefacción a 200.000 viviendas en 26 estados.
La iniciativa, que empezó en el 2005 como un plan de descuento en la compra de combustible, entregó a partir del 2006 una cantidad de 100 galones de combustible gratis al año a viviendas que lo necesitaban.
"No está claro durante cuánto tiempo durará esta postergación, si realmente es una postergación", señaló Kennedy a través de un comunicado difundido en el portal de internet de Citizens Energy. "Todos nosotros continuaremos haciendo todo lo posible para luchar por la supervivencia de esta asistencia vital", agregó el hijo mayor del senador Robert F. Kennedy, quien fue asesinado en 1968.
Citgo donó 100 millones de dólares en combustible el año pasado, según Citizens Energy.
Kennedy exhortó a todos aquellos que han sido ayudados por el programa de asistencia a que escriban al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, explicándole sus experiencias y cómo han sido asistidos.
Citizens Energy continuará de momento ofreciendo programas de asistencia de calefacción, indicó Kennedy.
La organización fue fundada por Kennedy en 1979 durante una importante crisis energética. El objetivo era reducir el costo del combustible de calefacción para la gente sin recursos y los ancianos.
Kennedy fue criticado duramente por los opositores de Chávez cuando inició el programa de asistencia con Citgo. Muchos dijeron que Chávez, un ferviente crítico del presidente George W. Bush, a quién llegó a calificar como "el diablo", usaba el programa como propaganda.
Connie Mack, miembro de la Cámara de Representantes, acusó a Kennedy de trabajar con "un enemigo declarado de Estados Unidos" y de traicionar el legado de su tío John F. Kennedy, quien como presidente advirtió sobre los peligros del comunismo.
Kennedy respondió que Estados Unidos debería entonces tratar de la misma manera a países exportadores de petróleo como Arabia Saudí, Kuwait, Rusia y China.
En declaraciones hechas el lunes, Kennedy criticó también a las petroleras estadounidenses por no participar en su campaña por suministrar asistencia a las familias de bajos ingresos. "Esto no debe ser responsabilidad de otro país", dijo. "No consigo un barril de una compañía estadounidense. Ni uno".