Grecia y sus acreedores europeos se reunían el viernes en Bruselas para intentar acercar posiciones en sus grandes diferencias, tras la petición de Atenas de que se extiendan seis meses los préstamos para pagar sus grandes deudas.
La reunión del viernes es la tercera entre los ministros de Finanzas de los 19 países de la eurozona en poco más de una semana.
El encuentro se convocó para responder a la demanda del gobierno izquierdista de Atenas de que se le conceda más tiempo para poner fin al actual programa de rescate y negociar nuevos arreglos con sus socios que sean menos onerosos para los ciudadanos griegos.
El acreedor más influyente de Grecia, Alemania, afirma que la petición es un "caballo de Troya" para ayudar a Atenas a eludir sus compromisos.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, llegó al poder el mes pasado con la promesa de suavizar las medidas de austeridad defendidas por Alemania y reorganizar el rescate de 240.000 millones de euros.