El sector de casinos en Estados Unidos ha solicitado al gobierno exenciones impositivas y regulatorias mientras trata de recuperarse del impacto causado por la pandemia de coronavirus , que costó a los estados más de 2.000 millones de dólares en impuestos no recaudados mientras los establecimientos de juegos permanecieron cerrados durante cuatro meses.
El 90% de los casinos han reabierto, pero operan con restricciones para frenar la transmisión del virus y se necesita ayuda financiera adicional para los establecimientos y sus empleados, afirmó el director de la cámara nacional del sector.
En su discurso sobre el estado de los casinos en la conferencia G2E 2020, realizada en línea debido a la pandemia , el presidente de la Asociación Estadounidense de Juegos de Azar, Bill Miller, dijo el martes que el sector se está recuperando, pero que necesita ayuda.
“Los juegos de azar jamás han experimentado un trastorno como el COVID-19 ”, dijo. “Durante más de dos semanas en marzo, todos los casinos de Estados Unidos estuvieron cerrados por orden del gobierno, lo que afectó a cada uno de los 1,8 millones de empleos que mantenemos”.
“Los trabajadores de los juegos, sus familias y las pequeñas empresas que dependen de nosotros han soportado golpes duros”, afirmó Miller. “Nuestros estados y comunidades también lo sienten. Además del impacto del COVID sobre los negocios, los empleos y el bienestar de nuestras familias, amigos y colegas, la pandemia ha diezmado los presupuestos estatales”.
El sector de los casinos recaudó 43.600 millones de dólares en 2019, una cifra que sin duda disminuirá este año debido a los cierres, las restricciones al aforo y la renuencia de los clientes de regresar a los locales y hoteles.
Miller dijo que el sector tuvo acceso a los fondos de alivio de la pandemia como parte del paquete financiero aprobado por el Congreso meses atrás y que insistirá en que lo incluyan en cualquier paquete adicional. No dijo cuánto dinero ha recibido el sector hasta ahora y la asociación no divulgó cifras.
Los casinos también quieren protección para que los negocios que aplican las normas de salud pública no puedan ser demandados por personas que contraigan el virus.
También quieren exenciones impositivas para conservar empleos, aliviar los gastos ocasionados por el COVID y que se promuevan los viajes a estos destinos.