La estrella del pop Billie Eilish comenzó a consumir pornografía hace ocho años, cuando ni siquiera era oficialmente una adolescente, y en retrospectiva se ha dado cuenta de que verse expuesta a ese tipo de contenido antes incluso de que ella misma comenzara a practicar sexo distorsionó por completo su visión del cuerpo humano y de lo que podía esperar de las relaciones sexuales.
En concreto, cuando llegó el momento de perder la virginidad, la cantante no sabía establecer límites o anteponer su propio placer al de su pareja porque había sido condicionada a pensar que debía disfrutar de ciertas prácticas que ahora considera perjudiciales.
"Las primeras veces que mantuve relaciones no decía que no a cosas que no era buenas. Y eso era porque pensaba que era lo que se suponía que debía gustarme. Me pone furiosa que a la gente le guste tanto el porno, y estoy furiosa conmigo misma por pensar que no era nada malo. Es una locura el aspecto que tienen las vaginas, por ejemplo, ¡no es real! La anatomía femenina no es así, nosotras no somos así", ha lamentado.
FUENTE: RSS