Lejos de preocuparse por qué su hijo Enrique Iglesias aún no ha decidido sentar la cabeza y formar una familia junto a su novia Anna Kournikova, Isabel Preysler considera que el cantante está actuando de la manera más sensata, ya que un hipotético matrimonio entre él y la extenista rusa acabaría resintiéndose por culpa de su agenda profesional.
"Me da pena que trabaje tanto y se pierda cosas de la vida que se pueden disfrutar a esa edad, pero él es muy feliz. Enrique no es muy de fiestas, Julio lo es más. Además, Ana lo apoya en todo y se llevan muy bien, igual si estuvieran casados sería más difícil para ella las ausencias", reveló Isabel en la presentación de su propia línea de cosmética 'My Cream' en su casa de Puerta de Hierro, en Madrid.
A pesar de los rumores de crisis que rodearon su relación hace unos meses, Enrique siempre ha insistido en que la deportista es la "mejor compañera" que podría desear, especialmente por lo bien que comprende sus constantes ausencias por motivos profesionales. Ahora bien, el intérprete siempre intenta poner de su parte para proteger su relación controlando el número de días al año que pasa lejos de casa.
"Tengo una serie de reglas que me ayudan a mantener el equilibrio entre el trabajo y mi vida personal. Aunque esté recorriendo el mundo con giras, presentaciones o cualquier evento promocional, siempre tengo claro que en 10 o 15 días tengo que volver a casa para estar con mi pareja. Es muy importante para mí contar con esos días de privacidad, es muy saludable para nuestra relación", revelaba el cantante al canal escocés STV.