La periodista Sara Carbonero no podría estar más satisfecha con la apacible vida que lleva en Oporto junto al futbolista Iker Casillas, ya que además de haber encontrado en la ciudad lusa un rincón incomparable en el que desconectar temporalmente de su faceta de personaje público, después de un año de vida en común en Portugal también ha conseguido, al igual que su primogénito Martín, familiarizarse con el idioma del país hasta el punto de poder mantener toda clase de conversaciones.
"Martín ya sabe muchas palabras en portugués, porque tenemos muchos amigos en la ciudad que solo hablan esa lengua. Yo también hablo un poco de portugués, aunque la verdad es que en Oporto hay tanta gente que habla español, que eso me permite no tener que esforzarme tanto. Os entiendo perfectamente cuando os oigo en español", explicó la guapa reportera a la revista portuguesa Fama.
Aunque la familia Casillas-Carbonero puede presumir ya de haberse integrado a la perfección en su nuevo entorno familiar y profesional -el portero afronta su segunda temporada en el FC Porto con un papel mucho más decisivo en la plantilla-, a Sara todavía le quedan por experimentar en la ciudad, y por primera vez, todo tipo de experiencias relativas a su condición de madre que, como ella misma reconoce, le llevarán a dejarse embargar por la emoción.
"Creo que voy a llorar más que él [Martín] cuando empiece su primer año en el colegio. No sé, entiendo que es algo natural por lo que tienen que pasar todas las madres y sus hijos. En ocasiones, todavía me pongo un poco más nerviosa y decido escribir en mi blog, porque quiero que me digan si hay algún secreto para superar eso, pero en el fondo sé que no lo hay. Después de todo este verano juntos, de levantarse tarde y de vivir en un mundo salvaje, creo que el primer día de colegio será muy duro", confesó al mismo medio.
La estrella televisiva manifestó orgullosa hace unos días que otro de los motivos que le hacían sentirse tan cómoda en Oporto residía en la buena relación que ha venido manteniendo desde un primer momento con las esposas de los compañeros de equipo de Iker, quien a su vez está "muy tranquilo" y seguro de sí mismo en un club que le acogió desde el principio con los brazos abiertos.
"Estamos los dos muy bien, y él está especialmente tranquilo. El Oporto, como el Real Madrid, es un equipo muy grande, y como siempre pasa, cuando se gana todo va muy bien pero, cuando se pierde, pues ya se sabe", manifestaba la semana pasada al diario deportivo O Jogo.
FUENTE: Showbiz