El pasado mes de mayo Jimmy Kimmel realizó uno de sus monólogos más famosos hasta la fecha en el que explicaba la delicada operación a la que había tenido que someterse su hijo Billy a los tres días de nacer debido a un defecto congénito de corazón, al mismo tiempo que realizaba un alegato en favor de la sanidad universal gratuita recordando a sus espectadores que no todos los padres de niños enfermos pueden costear sus tratamientos médicos.
Ahora su retoño acaba de cumplir su primer año de vida en casa y rodeado de sus orgullosos padres, que han querido celebrar la ocasión haciendo público una vez más su sincero agradecimiento al personal médico que le atendió.
"Hace un año, Dios nos envió a este pequeñín tan duro. Hoy queremos darles las gracias a los enfermeros y médicos del Cedars Sinai y del Hospital Infantil de Los Ángeles que le salvaron la vida y a todos aquellos que nos enviaron su apoyo y que rezaron por nosotros", escribió el presentador junto a una instantánea en la que su hijo aparece sentado en una trona, rodeado de globos y con un gorro de fiesta en la cabeza.
Con siete meses, Billy realizó su debut televisivo junto a su famoso padre, que decidió colocarlo frente a las cámaras para mostrar lo rápido que se estaba recuperando tras pasar por quirófano por segunda vez.
En los próximos años, Billy -el segundo hijo que Kimmel tiene con su actual mujer Molly McNearney- deberá someterse al menos a otra intervención más para terminar de corregir su condición, pese a lo cual su padre ya adelantó en ese momento que los médicos le habían asegurado que ganaría "al menos una medalla de bronce" en las Olimpiadas cuando sea mayor.