El matrimonio formado por el exfutbolista Diego Pablo Simeone y la modelo Carla Pereyra, quienes contrajeron matrimonio el pasado 14 de junio por medio de una ceremonia civil en Argentina, ya disfruta de unos merecidos días de descanso fuera de Madrid que, además, coinciden con su imprescindible luna de miel.
La pareja ha sido captada nada menos que en las playas de Formentera intercambiando sonrisas cómplices y divirtiéndose de lo lindo tanto con su hija mayor, la pequeña Francesca (2), como con Gianluca, uno de los tres hijos que el entrenador del Atlético de Madrid tiene de su anterior matrimonio con Carolina Baldini.
Teniendo en cuenta que solo cuenta con cuatro meses de vida, no resulta sorprendente que la pequeña Valentina, la benjamina de la familia, no haya viajado en esta ocasión con sus afamados padres y vaya a tener que esperar un poco más antes de poder acompañarles en sus frecuentes desplazamientos por el mundo.
De hecho, en su enlace de hace dos semanas, ni ella ni la citada Francesca volaron a Argentina y eso explica, por otro lado, que los dos enamorados estén planeando una segunda fiesta nupcial en la que ambas puedan involucrarse directamente, una celebración que congregue además a otros amigos y familiares que no pudieron estar con ellos en su gran día.
"Habrá una bendición, es lo único que puedo decir, pero Diego ya estuvo casado por la iglesia y a mí la verdad es que no es algo que me cambie el amor. Así que habrá una bendición bonita, simple y sencilla, sobre todo para las niñas", aseguraba la propia Carla a su paso, esta semana, por uno de los desfiles de la anteriormente conocida como pasarela Gaudí de Barcelona, en la que también reveló que, de cara a esa futura cita, sí que irá vestida de blanco.
"Como hoy me ven vestida de blanco, voy a volver a estar vestida de blanco", apuntaba en la breve conversación que mantuvo con los reporteros.
FUENTE: Showbiz