Hace unas semanas salió a la luz que había dos nuevos residentes caninos correteando por los pasillos del castillo de Windsor a pesar de que la reina Isabel II habría tomado hace tiempo la decisión de no seguir criando perros por miedo a no saber quién se ocuparía de ellos cuando faltara.
Ahora, poco más de un mes después de perder a Felipe, la monarca ha recibido otro duro golpe que la habría dejado "devastada" porque uno de los dorgis, Fergus, ha muerto con tan solo cinco meses, según se ha filtrado desde los círculos de la monarquía.
"Los cachorros fueron traídos para animarla durante un período muy difícil. Todos están muy preocupados, ya que esto ha sucedido demasiado pronto después de perder a su marido", ha añadido esa misma fuente al periódico The Sun.
Isabel estaba encantada con los dos perritos, ya que se había quedado con un solo dorgi, Candy, desde que su otro compañero canino, Vulcan, falleciera el pasado noviembre.
Fergus y Muick han sido los primeros perros propiedad de la reina que no descienden de Susan, un corgi que recibió como regalo por su 18 cumpleaños allá por 1944. Isabel también cuidó temporalmente de Whisper, la mascota de uno de los guardabosques de Sandringham que quedó a su cargo cuando su dueño pasó a mejor vida.
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