Un año después, Argentina se arriesga otra vez a una despedida anticipada.
Como si el tiempo no hubiera pasado, la Albiceleste pareciera estar congelada en una postal de Bronnitsy, el bonito pueblo en el que se alojó durante su tormentosa estadía en el Mundial de Rusia. Transitaba entonces la primera ronda con la misma incompetencia futbolística que hoy en Brasil podría costarle una pronta eliminación de la Copa América, algo que no sucede desde 1983.
Una agónica victoria sobre Nigeria dio el pase a octavos al equipo que dirigía en aquel momento Jorge Sampaoli, despedido luego de sucumbir ante Francia en esa instancia. Lionel Scaloni, quien era parte de su cuerpo técnico, ahora está al mando y se encuentra ante la urgencia de lograr una victoria sobre Paraguay el miércoles en el estadio Mineirao de Belo Horizonte por el Grupo B, que tiene a los argentinos últimos sin puntos.
Aunque el técnico es otro y menos de una decena de jugadores del actual plantel estuvieron en Rusia, Argentina no mostró progreso alguno de su juego en la derrota ante Colombia 2-0 en Salvador en el partido que abrió la zona. Los otros integrantes Paraguay y Qatar empataron 2-2 y suman un punto.
“Este grupo está preparado para este desafío y va a tratar de sacarlo adelante”, sostuvo el capitán Lionel Messi, que con 31 años es uno de los más veteranos de Argentina. “Es muy fuerte y unido. Va a salir”, apuntó con un optimismo que no se sustenta en lo mostrado por el equipo en el campo de juego.
En una actuación deslucida desde lo colectivo resaltó la tibieza ofensiva de Messi y los otros dos históricos Ángel Di María y Sergio Agüero. Este último, que anotó 32 goles con el Manchester City la última temporada, apenas tuvo una jugada de riesgo en el arranque del partido por una mala salida del arquero David Ospina.
Di María, por su parte, estuvo estático e inconexo. No jugó el segundo tiempo. Y Messi, autor de 51 dianas con Barcelona en todas las competencias, cuando no tiene descarga termina abusando de la jugada personal que de poco sirve ante defensas bien plantadas como la colombiana.
En vísperas del duelo, Scaloni evalúa sacar a Di María y poner en su lugar a Rodrigo De Paul, el capitán del Udinese de Italia que ingresó por él en complemento contra los colombianos y le sacó la modorra al ataque argentino.
Agüero no había sido parte del ciclo Scaloni antes de la Copa América. El estratega tiene predilección por otros centrodelanteros de área y con mayor porte físico, como Lautaro Martínez, el goleador de su breve ciclo. Pero el clamor popular por el Kun tras su fantástica temporada en el fútbol inglés lo metió en el equipo. Habrá que ver si Scaloni vuelve a las fuentes.
En defensa el técnico tampoco quedó conforme con el lateral Renzo Saravia, lo cual le sube las acciones a Milton Casco, de buenas prestaciones con River Plate.
Argentina nunca perdió con Paraguay en 24 cruces de la Copa América. Pero siempre le resultó un rival incómodo por la contracción defensiva del seleccionado guaraní. De hecho en los dos últimos enfrentamientos no pudo convertirle goles.
Para fortalecer esa última línea, el técnico argentino de la Albirroja Eduardo Berizzo podrá contar con el recio zaguero Gustavo Gómez, del Palmeiras de Brasil, que cumplió una fecha de suspensión en el debut ante Qatar.
Berizzo, surgido de la cantera de Newell’s, al igual que Scaloni y Messi, tiene experiencia en cruces contra el capitán argentino. Lo ha enfrentado con distinta suerte como técnico de Celta de Vigo, Sevilla y Athletic Bilbao.
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FUENTE: AP