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Nueva condena de muerte a mujer en EEUU por asesinato de su hijo

Miami, EEUU ( EFE ). Un juez del condado de Miami-Dade (Florida) condenó hoy de nuevo a muerte a Ana María Cardona, sentenciada a la misma pena en 1992 por el asesinato en primer grado de su hijo de tres años, informó una fuente judicial.

El juez Reemberto Díaz impuso la condena a Cardona tras realizar un recuento de los detalles de la agonía que padeció el menor, Lázaro Figueroa, que presentaba en el momento de su muerte fractura de huesos y heridas infectadas, entre otros abusos físicos.

" El terror que sintió este niño de tres años debió de ser inconmensurable ", dijo el magistrado a la madre.

Tras escuchar la sentencia, Cardona lamentó la muerte de su hijo pero continuó culpando de su fallecimiento a quien entonces era su amante, Olivia González.

En el primer juicio, González, testigo clave de la Fiscalía, confesó que Cardona torturó al niño y admitió que ella misma le había golpeado, aunque agregó que fue la madre quien propinó el golpe fatal al menor con un bate de béisbol.

Culpable de asesinato en segundo grado, González cumplió una sentencia de 15 años y en 2008 quedó en libertad por buen comportamiento.

En julio de 2010, un nuevo jurado del condado de Miami-Dade halló de nuevo culpable de asesinato en primer grado y abuso de menores a Cardona, de 50 años, tras dos días de deliberaciones.

Cardona fue acusada en 1990 del asesinato de su hijo y condenada a la pena capital dos años después, pero la sentencia fue anulada en 2002 por el Tribunal Supremo de Florida, que ordenó un nuevo juicio.

El cadáver de Lázaro Figueroa fue encontrado en 1990 en las afueras de una casa en Miami Beach, entre matorrales, brutalmente apaleado.

Un examen forense determinó que murió a causa de un golpe en la cabeza que supuestamente su madre le propinó con un bate de béisbol.

Figueroa estaba desnutrido, con huesos rotos y presentaba marcas de otros abusos físicos. La Policía denominó su caso con el nombre de "Baby Lollipops", por el letrero de una camisa que llevaba puesta cuando fue encontrado muerto.