BRASILIA (AP). Los presidentes de 11 países y el vicepresidente uruguayo firmaron el viernes el tratado que crea las bases institucionales de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), con la invitación a los restantes latinoamericanos y caribeños a unirse al bloque.
La reunión se llevó adelante con imprevistos cortes de la electricidad que dejó el recinto a oscuras en medio de los discursos de los gobernantes.
"Con la entrada en vigor del tratado, nuestros vecinos latinoamericanos y caribeños están invitados a asociarse a la Unión. Unasur nace, así, abierta para toda la región, nace bajo el signo de la diversidad y el pluralismo", expresó el mandatario brasileño Luiz Inacio Lula da Silva Lula al inaugurar la cumbre.
En una conferencia de prensa al cierre de la cita, Lula destacó que "hemos creado la gran nación suramericana" con la firma del tratado.
Pese a su entusiasmo, la cita se vio marcada también por discrepancias entre algunos de los socios de Unasur, notoriamente los líderes de Venezuela y Ecuador, Hugo Chávez y Rafael Correa, con el gobernante colombiano Alvaro Uribe.
Los tres tuvieron encuentros separados con Lula, en lo que pareció ser un esfuerzo brasileño por mediar en el conflicto iniciado en marzo cuando fuerzas colombianas incursionaron en Ecuador para atacar una base guerrillera.
Los problemas eléctricos en el Centro de Convenciones Ulises Guimaraes, de Brasilia, interrumpieron los discursos que pronunciaron el presidente saliente de la Unisur, el boliviano Evo Morales, y de la próxima titular, la mandataria chilena Michelle Bachelet.
"Eso fue cosa de Lugo", exclamó en broma el presidente venezolano Hugo Chávez, en una alusión al presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo, cuando los gobernantes se quedaron a oscuras. Lugo ha reclamado a Brasil un pago mayor por la energía que le vende de la planta hidroeléctrica binacional de Itaipú.
La gobernante chilena destacó en su intervención la necesidad de impulsar la integración física de la región como "una herramienta muy fuerte en nuestro desarrollo" que permitirá abaratar el intercambio comercial entre los países del área y hacia el exterior.
Destacó que el comercio intrarregional es muy bajo, de 17% del total del intercambio de los países, comparado con 66% del comercio entre los miembros de la Unión Europea, y 28% de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Bachelet, quien asumió la presidencia rotativa del bloque por los próximos seis meses, dijo que el acuerdo firmado contempla un plan de acción que incluye proyectos sociales, así como iniciativas de integración energética y financiera.
La líder chilena debió abandonar la reunión antes de un almuerzo de cierre, al adelantar su regreso a Chile a causa de las inundaciones que afectan gran parte de su territorio.
Por su parte, el boliviano Morales celebró que con el tratado "estamos levantando los cimientos de las naciones del sur. Es el sueño de nuestros antepasados, es la lucha de nuestros líderes que defendieron la unidad, apostaron por la independencia y ahora empezamos a cumplir ese deseo".
A la cita de un día en Brasilia concurrieron todos los jefes de estado de la región, con excepción de Uruguay que envió a su vicepresidente, Rodolfo Nin Novoa.
Unasur nació en una cumbre de presidentes en diciembre de 2004, en Cusco, Perú, en que fue denominada originalmente como Comunidad Suramericana de Naciones (CSN). En abril del 2007, en una cumbre en la Isla de Margarita, Venezuela, pasó a denominarse Unión de Naciones Suramericanas, cuyas normas de funcionamiento y organización faltaban por definir hasta ahora.
Quizá en una muestra de las dificultades de ese proceso de integración regional y las diferentes visiones que tiene cada país sobre lo que debe ser esa integración, ya Unasur sufrió la víspera un revés: su secretario general, el ex presidente ecuatoriano Rodrigo Borja, renunció al cargo, alegando que sus recomendaciones no eran atendidas.
El tratado firmado por los gobernantes crea un esquema institucional encabezado por la reunión de presidentes, una secretaría general con sede en Quito, Ecuador, y un parlamento basado en Cochabamba, Bolivia.