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El Papa expresa pesar por muerte de cardenal ecuatoriano

Ciudad del Vaticano(AP). El papa Benedicto XVI manifestó, hoy jueves, su "profundo pesar" por la muerte del cardenal ecuatoriano Antonio González Zumárraga, "quien con tanta abnegación y fidelidad ha servido a la Iglesia", afirmó.

Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal del Ecuador, cardenal Antonio Arregui Yarza, acusó al gobierno de haber lanzado una agresiva campaña contra la Iglesia, en un discurso que pronunció ante el Pontífice.

El Pontífice lo expresó al recibir a los prelados ecuatorianos que ponen término a la visita "ad limina apostolorum", la que deben realizar al Papa cada cinco años todos los obispos del mundo.

Benedicto XVI resaltó la figura de la nueva santa ecuatoriana, Narcisa de Jesús Martillo Morán, a quien proclamó el domingo pasado, y pidió su intercesión para que la Iglesia ecuatoriana "se lance a la apasionante tarea de sembrar el Evangelio en el corazón de todos los hombres y mujeres de esa bendita tierra".

Exhortó a los obispos a defender la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer y destacó la responsabilidad de los padres en la educación moral de sus hijos.

Reiteró la defensa de la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural, condenando así el aborto y la eutanasia.

El cardenal Arregui Yarza dijo que al criticar la Conferencia Episcopal algunos aspectos de la reforma constitucional, se produjo "una reacción muy fuerte por parte del régimen".

"Se quiso degradar nuestro magisterio al calificarlo como político y servidor de la oposición, mediante una propaganda millonaria de contenido tan agresivo como inexacto", afirmó al ser recibido por el Papa los obispos ecuatorianos en visita ad límina.

Señaló por otra parte que "la mitad de su población activa (está) inmersa en el indigno espacio de la subocupación y la desocupación".

Manifestó que ello se ha producido "a pesar de los centenares de miles que han emigrado en busca de mejores oportunidades, una experiencia frecuentemente traumática, porque es forzada, sujeta a la dura realidad del tráfico de personas, mal acogida por las leyes de los estados receptores, destructora de familias".

El país atraviesa, insistió, "una prolongada crisis, cuya raíz hemos situado en el plano moral, en varios documentos".

Dijo que en el plano político, "la crisis ha provocado una incesante petición popular de cambios, que permitan superar las indignas condiciones de vida de muchos".

"En última instancia, las aspiraciones insatisfechas han derivado en una desconfianza respecto de la democracia y en una llamativa inestabilidad", aseguró.