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El mundo recibe el año 2013 dejando atrás las inquietudes del anterior

BERLïN, ( AFP ). De Sídney a Berlín, espectaculares fuegos artificiales y festejos callejeros recibieron el nuevo año 2013, momentos ensombrecidos en Venezuela por noticias sobre el estado de salud del presidente Hugo Chávez, y que no disiparon totalmente las nubes en la zona euro.

Tratando de poner buena cara al frío, la lluvia y la recesión, los madrileños se congregaron como siempre en la Puerta del Sol para despedir sin nostalgia al siniestro 2012, quinto año consecutivo de crisis para España.

"En momentos como éste nos olvidamos de la crisis", dijo Manuela Ibáñez, de 51 años, llegada a la capital española para la ocasión desde Barcelona junto a sus dos hijas.

Buscando resguardo por la lluvia, las Ibáñez trajeron una botella de cidra --en lugar de la cava habitual-- y los inevitables racimos de uvas para la cuenta atrás de la medianoche. "Por unos instantes, nos olvidamos de nuestros problemas", dijo la madre.

En Rusia hubo fuegos artificiales en la Plaza Roja de Moscú, y otro tanto estaba previsto sobre el Támesis en Londres luego de las doce campanadas de medianoche del Big Ben, así como en otras capitales europeas, desde Estocolomo a Lisboa.

La fiesta más concurrida fue previsiblemente en Berlín, donde cerca de un millón de personas acudieron a la Puerta de Brandeburgo para dar la bienvenida al 2013 con fuegos artificiales y música de los Pet Shop Boys, Bonnie Tyler y Blue.

No hubo en cambio fuegos artificiales en París, donde, como cada año, miles de personas se trasladaron a los Campos Elíseos y al pie de la Torre Eiffel para celebrar la llegada del año, aunque la lluvia aguó un poco una fiesta parisina sin espectáculos.

El Viejo Continente respiró un poco en este fin de año luego de que la agencia de calificación Standard and Poor's elevara la nota de la deuda griega, aunque no esté todo solucionado.

Europa está pendiente de las negociaciones de última hora del presupuesto estadounidense en Washington entre demócratas y republicanos. Si no se llega a un acuerdo, se impondrán medidas de austeridad que amenazan con volver a sumir a la primera economía del mundo en la recesión.

En Caracas, se suspendió el tradicional concierto de fin de año celebrado en la plaza Bolívar debido a las últimas e inquietantes noticias sobre el estado de salud del presidente Hugo Chávez, ingresado en La Habana después de someterse a una cuarta operación contra el cáncer que padece.

Según el vicepresidente Nicolás Maduro, Chávez "quiso que transmitiéramos su saludo de fin de año a todas las familias venezolanas, que se encuentran reunidas estos días".

Tampoco hubo celebraciones en Siria, donde todos los intentos de mediación fracasaron y la violencia entre rebeldes y fuerzas leales al régimen dejó más de 45.000 muertos en 21 meses, según una ONG.

Las celebraciones fueron también más modestas que de costumbre en el sur de Filipinas, tras el paso del tifón Bopha que causó más de mil muertos a principios de diciembre, aunque cerca de 200 personas ya resultaron heridas por petardos.

En India, el ejército anunció la anulación de todos sus desfiles de Año Nuevo debido a la conmoción que provocó la violación colectiva y posterior muerte de la estudiante de 23 años, último ejemplo de la violencia que sufren las mujeres en ese país.

Medio día antes que Europa y ante cientos de miles de personas, la cantante australiana Kylie Minogue fue la encargada de apretar el botón que puso en marcha los tradicionales fuegos artificiales que surcaron el cielo en la bahía de Sídney, iluminando su famosa ópera con forma de velas marinas.

En Dubái, grandes fuegos artificiales iluminaron las 200 plantas del Burj Jalifa, la torre más alta del mundo, mientras de fondo suena la música sinfónica tocada en directo por la Orquesta Filarmónica de Praga.

En Nueva York, cientos de miles de personas se daban cita en Times Square para asistir a una tradición de más de un siglo de antigüedad: el descenso de una bola de cristal multicolor a lo largo de un poste durante 60 segundos, hasta la medianoche.

En Río de Janeiro, los fuegos artificiales que durarán 16 minutos podrán verse desde la playa de Copacabana, donde se espera la asistencia de más de dos millones de personas, entre cariocas y turistas.

En el continente africano, Nelson Mandela, convaleciente después de 19 días ingresado en un hospital, pasó la Nochevieja en familia. El presidente sudafricano, Jacob Zuma, llamó a sus compatriotas a rezar para que el héroe de la lucha antiapartheid y premio Nobel de la Paz 1993 pueda soplar las 95 velas el próximo año.