El apoyo de las FARC al narcotráfico y cómo hacer justicia al tiempo que se promueve la reconciliación son los dos grandes desafíos pendientes en la negociación de paz en Colombia, aseguró este miércoles en Madrid su presidente Juan Manuel Santos.
"El conflicto colombiano ha estado atravesado por una flecha venenosa, que es el narcotráfico" que "ha financiado tanto la violencia", reconoció ante empresarios y periodistas en un foro para impulsar las inversiones españolas en su país.
"Colombia, que ha sido el mayor proveedor de cocaína del mundo durante 40 años, si en un momento dejara de serlo imagínense lo que eso significaría", agregó.
Por eso, la negociación iniciada a finales de 2012 entre el gobierno de Bogotá y las FARC en La Habana busca que los guerrilleros "cambien de bando" y "en lugar de estar defendiendo los cultivos de cocaína se asocien con el Estado para reemplazarlos por cultivos lícitos".
Eso significaría "que ya no estén defendiendo las rutas del narcotráfico sino que estén permitiendo combatirlas con más facilidad", subrayó.
El otro gran reto es, según Santos, lograr una reconciliación nacional "sin que se sacrifique la justicia, porque algo de justicia tendrá que haber" en un conflicto que, en 50 años, dejó centenares de miles de víctimas. "No puede haber total impunidad", pero tampoco un ajusticiamiento excesivo porque entonces "no hay paz", señaló.
Pese a las dificultades, "hoy soy más optimista que hace un año porque he visto cómo hemos avanzado", admitió, afirmando haber "logrado ya dos puntos muy importantes".
"El primero tiene que ver con lo que hemos denominado el desarrollo rural integral", para responder a la reivindicación histórica de las FARC de una tenencia "más justa" de la tierra.
El segundo concierne "la participación política" de los exguerrilleros "para que dejen las armas y la violenica pero continúen persiguiendo sus ideales con maneras democráticas", precisó.
"Estos dos primeros puntos significan el momento de irreversibilidad del proceso" de paz en Colombia, consideró por su parte el exjefe del gobierno español Felipe González, que participó en el debate.
Tras el foro empresarial, Santos tenía previsto reunirse con la comunidad migrante en España, donde viven unos 400.000 colombianos, de los cuales casi la mitad naturalizados.
Depués debía ser recibido por el rey Juan Carlos y asistir a una cena ofrecida por el jefe del gobierno, Mariano Rajoy, antes de partir hacia el foro económico de Davos, en Suiza.