El presidente del parlamento ratificó el lunes la designación de Ahmed Miitig como primer ministro, al día siguiente de una caótica elección que reveló la lucha entre islamistas y liberales en un país sacudido por la violencia, tres años después de la caída de Muhamar Gadafi.
El Congreso General Nacional (CGN, parlamento) ratificó el nombramiento de Miitig en una decisión firmada por su presidente, Nuri Abu Sahmein.
Sin embargo, varios diputados libios y el vicepresidente del parlamento, Ezzedin Al Awami, que presidió la sesión del domingo, rechazan la elección de Miitig.
"Ahmed Omar Miitig es nombrado jefe del gobierno de transición y está encargado de formar su gabinete y presentarlo al CGN para obtener su confianza en un plazo de 15 días", según el texto de la decisión firmada por Nuri Abu Sahmein.
Un diputado, Tahar al Mokni, confirmó a la AFP que la decisión había sido firmada por Abu Sahmein, que no participó en la votación del domingo.
Por su parte, el portavoz del gobierno saliente, Ahmed Lamin, contactado por la AFP, dijo que no podía comentar inmediatamente la decisión del CGN.
El presidente del parlamento está ausente de la escena pública desde hace varias semanas debido a su presunta implicación en un escándalo y varios diputados piden su renuncia.
El domingo, el vicepresidente del parlamento, Ezzedin Al Awami, envió sendas cartas al gobierno y a los miembros del CGN en las que afirmaba que la elección de Miitig era "nula e ilegal" y pedía al primer ministro saliente, Abdalá al Theni, que siguiera administrando los asuntos corrientes hasta el nombramiento de un nuevo jefe de gabinete.
Ahmed Miitig, un empresario de 42 años, oriundo de Misrata (oeste), elegido sobre todo con el apoyo de los islamistas, es el quinto jefe de gobierno desde la caída de Gadafi en 2011.
Miitig obtuvo en una primera votación 113 votos, por debajo de los 120 votos necesarios para obtener la mayoría.
Pero después del anuncio del resultado, algunos diputados dejaron la votación abierta hasta llegar al número de 121 votos favorables.
Ese resultado provocó una polémica en el parlamento entre islamistas y liberales.
Las decisiones del parlamento son "impuestas" por la corriente islamista que quiere "conducir el país a un estado no democrático", dijo el analista Miftah Abuzid.
Los islamistas "quieren controlar los engranajes del estado antes del salir del Congreso", agregó Abuzid.
El CGN, presionado por manifestaciones, aceptó recientemente dar lugar a un nuevo parlamento, cuya fecha de elección aún no ha sido fijada.
Los islamistas no son mayoritarios entre los 200 miembros del Congreso, pero ganaron influencia en filas del Partido por la Justicia y la Construcción (PJC), surgido de los Hermanos Musulmanes, y del bloque Wafa, más radical.
Por su parte, los liberales de la Alianza de Fuerzas Nacionales (AFN) perdieron varios diputados en las últimas semanas.
La evolución de la relación de fuerzas permitió que el 11 de marzo pasado los islamistas destituyeran al primer ministro Alí Zeidan, al cabo de una votación considerada ilegal por los liberales.
Ali Zeidan considera que él sigue siendo el jefe de gobierno.
Ahmed Miitig debe suceder a Abdalá Al Theni, primer ministro interino tras la destitución de Zeidan.
Sin embargo, la confirmación de Miitig no termina con la inestabilidad política ya que en los próximos días el nuevo primer ministro debe pedir un voto de confianza para el gobierno, algo que, según los observadores, será difícil de conseguir.