Decenas de miles de personas huyeron el lunes de sus casas en Cachemira, mientras tropas indias y paquistaníes intercambiaban disparos y fuego de mortero en la frontera que separa las zonas controladas por India y Pakistán del disputado territorio. Al menos nueve civiles murieron.
Cinco civiles murieron, incluyendo un niño, y 35 resultaron heridos en el lado indio de la frontera, según las autoridades locales. El ejército paquistaní informó de cuatro civiles muertos, incluyendo dos niños, y tres heridos.
La violencia del lunes —una de las peores violaciones registradas al alto el fuego firmado en 2003— siguió a varias reuniones entre comandantes de ambas partes dirigidas a calmar la tensión. Dos de las tres guerras entre las dos naciones enemigas se han librado por sus demandas sobre la totalidad de Cachemira, si bien el alto el fuego de 2003 ha aguantado en su mayor parte pese a pequeñas, aunque frecuentes, escaramuzas.
Ambas partes se acusan mutuamente de haber abierto el fuego, afirmando que sus tropas sólo respondieron. Los dos bandos señalaron que había varios brotes de violencia a lo largo de la frontera, incluyendo la frontera designada que separa Pakistán de la región cachemir de Yammu, administrada por India, y una línea de control supervisada por Naciones Unidas que divide la montañosa región.
En el lado indio, las autoridades estaban evacuando a refugios subterráneos y del gobierno a decenas de miles de personas de la localidad de Arnia y pueblos cercanos.
"Hay pánico. Intentamos darles una sensación de seguridad y refugios temporales", dijo el máximo administrador de Yammu, Shantmanu, que sólo utiliza un nombre.
Muchos vieron el caos como parte de lo que se ha convertido en un predecible ciclo de violencia en una región marcada por décadas de hostilidades. En agosto, un brote similar hizo huir a 15.000 personas.