Jeb Bush, que ha anunciado su disposición de buscar la candidatura republicana a la Casa Blanca, cuestionó este miércoles los acercamientos con Cuba y alegó que en esa reaproximación se cedió demasiado sin conseguir nada a cambio.
"Fue una mala negociación, porque no tenemos nada de retorno. La noción de que habrá una epidemia de libertad en Cuba es falsa, es incorrecta", señaló Bush en Chicago, en el marco de una intervención sobre política exterior en el centro de reflexión Chicago Council on Global Affairs.
Para Bush, el gobierno debería haber mantenido su política de bloqueo y aislamiento diplomático, en espera de que la caída de los precios del petróleo quiebren la ayuda de Venezuela a La Habana.
"Existirían serias dificultades económicas pero probablemente habrían traído a Cuba a la mesa de negociaciones. Pienso que con un poco más de paciencia se habrían conseguido mejores resultados", afirmó.
Jeb Bush fue gobernador de Florida, habla español y conoce de cerca la visión de los cubanos que viven en ese estado.
Hijo y hermano del 41º y el 43º presidentes estadounidenses, Bush intentó en el mismo discurso diferenciarse de la herencia familiar con un discurso digno de un equilibrista.
"Quiero a mi padre, quiero a mi hermano (...) Admiro lo que hicieron por el país y las difíciles decisiones que debieron tomar. Pero yo soy yo, y mis ideas están hechas de mis propias reflexiones y experiencias", declaró.
"Soy consciente en consecuencia que mis posturas serán a menudo comparadas a las suyas, y que a veces se las contrastará con las de ellos" afirmó.
George H. W. Bush fue presidente entre 1989 y 1993, y su hijo George W. Bush entre 2001 y 2009, un período en el que se produjeron los atentados del 11 de septiembre de 2001 y comenzaron las guerras de Irak y Afganistán.
Jeb Bush respaldó la decisión del congreso de invitar al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, a pronunciar un discurso en marzo, que ha enojado a la Casa Blanca.
Refiriéndose a Irak, Jeb reconoció que su hermano mayor había cometido "errores", fundamentalmente al valerse de falsas informaciones sobre las armas de destrucción masiva que según dijo tenía el régimen del entonces líder iraquí Sadam Hussein.
Lo esencial de su intervención el menor de los Bush la consagró a criticar al presidente Barack Obama, llamando a aumentar el gasto en defensa y tomando para ello como modelo a Ronald Reagan.
"Bajo la actual administración aparecemos como incoherentes e indecisos. Perdimos la confianza de nuestros amigos y ya no inspiramos temor a nuestros enemigos", dijo.
De 62 años, Jeb Bush inició en diciembre una intensa campaña de recolección de fondos entre los mayores donantes del partido Republicano.
FUENTE: AFP