El 2016 ha sido el año de Trump en política, pero podría terminar siendo el Año de la Mujer si los demócratas logran su objetivo. Y no será una coincidencia.
Para las elecciones de noviembre, el Partido Demócrata tiene mujeres candidatas al Senado en las listas de nueve estados, casi un récord, y es probable que las aspirantes compartan cartel con la primera nominada a la presidencia del país en uno de los grandes partidos, Hillary Clinton.
Según Gallup, el 70% de las mujeres tienen una opinión desfavorable sobre Donald Trump, cuya contundente victoria en Indiana cimentó su en un principio improbable proclamación como nominado presidencial republicano. Por lo que mientras que aspirantes republicanos al Senado descontentos emitieron comunicados el miércoles intentando cambiar esta visión, los demócratas planearon relacionar a sus rivales, mayoritariamente masculinos, con Trump con el objetivo de recuperar el control de Senado en noviembre con la elección de mujeres demócratas de costa a costa.
"Como mujer profesional les digo que demasiadas mujeres han tenido que luchar contra el tipo de sexismo y retórica ofensiva de Donald Trump toda su vida", dijo la representante demócrata por Arizona Ann Kirkpatrick, que se enfrenta al senador republicano John McCain y a principios de febrero emitió un video que ligaba a su rival con el magnate inmobiliario.
"Tras 33 años en Washington John McCain ha cambiado, y Donald Trump demuestra que ha cambiado", explicó Kirkpatrick en una entrevista, declaraciones que reflejan el esfuerzo de los demócratas de cara a las vitales elecciones al Senado en todo el país. "Porque incluso después de la retórica sexista y ofensiva de Trump, McCain ha sido muy claro sobre que seguirá apoyando a Trump".
Los republicanos lucharon durante meses contra el impacto que tendría una candidatura de Trump sobre sus esfuerzos para proteger su escasa mayoría, 54 frente a 46 escaños, en el Senado.