Un motín en un centro de detención policial cerca de la capital de Indonesia el miércoles dejó muertos a cinco oficiales y a un preso y a otro policía retenido como rehén.
El grupo Estado Islámico dijo que combatientes suyos estaban involucrados en la violencia, que según las autoridades se desató a raíz de una disputa por comida.
Se han iniciado negociaciones para lograr la libertad del rehén, dijo el portavoz policial Muhammad Iqbal.
No descartó la posibilidad de medidas de fuerza “como último recurso” si las negociaciones fracasan y los reos se niegan a rendirse. Esa prisión alberga a una gran cantidad de extremistas islámicos.
Iqbal dijo que un preso murió abatido tras tomar armas y amenazar a los guardias. Un investigador de la unidad antiterrorista dijo que cuatro policías resultaron heridos y estaban siendo tratados en un hospital.
El motín estalló la tarde del martes en Depok, en la periferia sur de Yakarta, donde cuatro días antes la policía había arrestado a tres extremistas islámicos acusados de tramar ataques contra instalaciones policiales allí.
Las autoridades dicen que el episodio comenzó cuando uno de los presos gritó y golpeó las paredes debidos a que los guardias se estaban demorando en revisar un paquete de alimentos que su familia le había enviado. Otros presos irrumpieron en el almacén de municiones y se apoderaron de escopetas, desatando un tiroteo con agentes antiterroristas, según se informó.
La agencia noticiosa Amaq, vinculada al EI, dijo que combatientes suyos participaron en el alzamiento.
En una entrevista con la emisora MetroTV, el portavoz policial Setyo Wasisto dijo que los presos que empezaron el desorden eran miembros del Yemá Anshorut Daula, una red de agrupaciones extremistas indonesias formada en el 2015 y que jura lealtad al líder del EI, Abu Bakr al-Baghdadi.
FUENTE: AP