El Congreso de Costa Rica aprobó hoy el presupuesto estatal para el año 2019 por un monto cercano a los 17.800 millones de dólares, del cual el 41,6 por ciento corresponde al pago de deuda.
El presupuesto fue aprobado hoy en el segundo y definitivo debate, de forma unánime por los 48 diputados presentes en la sesión, de un total de 57 que integran el Legislativo.
La oposición política logró algunos recortes mínimos en el presupuesto, el más polémico, de 10.000 millones de colones (unos 16,3 millones de dólares) al Fondo Especial de Educación Superior que financia las universidades estatales.
"Hay que aclarar que no se le está quitando recursos a las universidades públicas, sino que se ha demostrado que tienen dineros ahorrados y en tiempos de estrechez no se puede tener dinero guardado", afirmó en el Congreso el diputado del opositor Partido Restauración Nacional, Eduardo Cruickshank.
La mayor partida del presupuesto 2019 es el pago de deuda con un 41,6 por ciento del total, seguido por la educación con un 24,3 por ciento, pensiones y programas sociales (14,8 por ciento), seguridad (7,8 por ciento), transporte e infraestructura (3,7 por ciento), salud (3 por ciento), entre otros.
Si se excluye el pago de la deuda, el presupuesto crece un 1 por ciento en comparación con 2018, pero si se incluye esa partida, crece un 17 por ciento.
La deuda de Costa Rica superará en 2018 el 50 por ciento del producto interno bruto (PIB) y el déficit fiscal alcanzará el 7,1 por ciento del PIB, según las proyecciones oficiales.
El proyecto de presupuesto calcula que sin reforma tributaria el déficit alcanzará el 7,9 por ciento del PIB en 2019.
Sin embargo, la reforma está cerca de aprobarse en el Congreso luego de que el pasado viernes la Sala Constitucional emitiera un pronunciamiento en el que afirmó que no existen vicios de inconstitucionalidad ni por el fondo ni en el procedimiento en el Congreso.
La reforma fue aprobada en primer debate en el Congreso el pasado 5 de octubre y tras el aval de la Sala Constitucional, los diputados solo esperan recibir el fallo íntegro para efectuar la segunda y definitiva votación.
La reforma tributaria busca recaudar ingresos nuevos por al menos el 1,2 por ciento del PIB y recortar gastos por alrededor un 2,5 del PIB en los próximos cuatro años.
La reforma tributaria tiene como iniciativa estrella la conversión del impuesto de ventas del 13 por ciento en uno de Valor Agregado (IVA), que gravará más bienes y servicios, algunos de manera diferenciada como los servicios de salud con el 4 por ciento y los productos de la canasta básica con el 1 por ciento.
Otros puntos de la reforma están relacionado a cambios en el impuesto sobre la renta, reducción de gastos, especialmente pluses salariales en el sector público, y el establecimiento de una regla fiscal.