Un niño de 6 años murió hoy tras ser mordido por una serpiente venenosa de coral y luego de que en el hospital del sur de Honduras donde se le trasladó que al parecer no contaba con insumos y equipo especializado para atenderlo, informó su familia.
El menor fue mordido el jueves en un dedo de la mano izquierda por la serpiente de coral en el municipio de Namasigüe, departamento de Choluteca, fronterizo con Nicaragua, sur de Honduras, dijo su padre que habló por radio y no se identificó.
El niño ingresó hacia las 19:00 hora local del jueves (01:00 GMT de este viernes) a un hospital del Choluteca que no contaba con los insumos necesarios para mordeduras de serpientes, añadió.
El padre del menor indicó que médicos del hospital le comunicaron el mismo jueves que su hijo tenía que ser trasladado al Hospital Escuela Universitario, en Tegucigalpa, debido a que no contaban con el tratamiento necesario.
Sin embargo, el niño no pudo ser trasladado a Tegucigalpa debido a que su familia no pudo pagar 3.500 lempiras (143 dólares) que cobraba la ambulancia.
Su familia, de orígenes muy humildes, ha pedido ayuda para poder enterrar al menor.
Las serpientes coral son una de las especies más venenosas.
El veneno de serpiente coral es neurotóxico, es decir, afecta la forma en que el cerebro se comunica con los músculos, dificulta el habla, afecta el movimiento y, en última instancia, impide la función respiratoria.
Los síntomas por una mordedura de serpiente coral pueden demorar en aparecer hasta doce horas.
Lamentablemente, debido a sus colores brillantes, las serpientes coral resultan muy atractivas.
FUENTE: EFE