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Ciudades pequeñas de EEUU enfrentan calamidad financiera

Baches sin rellenar, basura sin recolectar, pasto sin podar y, sobre todo, menos policías en las calles son algunas de las cosas que la ciudad de Allentown dice estar contemplando a menos que Washington le ayude a tapar un agujero presupuestal multimillonario provocado por la pandemia de coronavirus.

Allentown, la tercera ciudad más grande de Pensilvania con una población superior a las 120.000 personas, en gran medida se ha defendido con sus propios medios en medio de una fuerte caída en sus ingresos fiscales. Es una de miles de ciudades y condados pequeños de Estados Unidos que no fueron incluidos en el paquete de ayuda de 2 billones de dólares aprobado por el Congreso a finales de marzo.

Las autoridades locales de esos sitios excluidos están pidiendo una infusión masiva de efectivo por parte del gobierno federal para ayudarlos a evitar una calamidad financiera.

“Representamos a la ciudad promedio. Si ciudades como Allentown empiezan a desmoronarse, es así como Estados Unidos se desmorona”, dijo Ce-Ce Gerlach, una integrante del concejo municipal. “Así que algo debe de hacerse. Necesitamos ayuda”.

Con base en la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por el Coronavirus (ley CARES) se enviaron 150.000 millones de dólares a los estados y a las ciudades y condados más poblados del país para ayudarles a pagar los gastos relacionados con el brote. Pero sólo 36 ciudades alcanzaron el umbral de población de 500.000 personas o más, un requisito para recibir el dinero. La siguiente ronda de ayuda está estancada en el Congreso —y no hay garantía de que el gobierno federal intervendrá con un rescate financiero en el corto plazo_, por lo que Allentown y otros gobiernos locales enfrentan decisiones difíciles sobre qué recortar y qué mantener.

Las ciudades ya están utilizando sus reservas, cancelando proyectos viales, posponiendo mantenimientos de rutina, recortando programas de parques y esparcimiento y dándole licencia a sus empleados.

Gobiernos estatales y locales han eliminado más de 1,5 millones de empleos desde principios de marzo, reportó el Departamento del Trabajo la semana pasada. La Liga Nacional de Ciudades dice que los municipios podrían registrar pérdidas por 360.000 millones de dólares hasta 2022.

“Estoy escuchando de nuestros miembros en todo el país que cada día que pasa la situación es más difícil”, dijo Irma Esparza Diggs, la principal cabildera del grupo.

Eso es particularmente cierto en Pensilvania, donde las ciudades y poblados podrían registrar un déficit de ingresos del 40%, la mayor cantidad de cualquier estado, de acuerdo con un análisis de la Liga Nacional de Ciudades.

Allentown pronostica que tendrá un déficit presupuestario de más de 10 millones de dólares, una cifra que podría subir si la economía no se recupera rápidamente, según las autoridades. Al igual que otros gobiernos locales, Allentown ya ha estado realizando recortes. La ciudad le dio licencia a unas 87 personas de una fuerza laboral de 783, y todos los jefes de departamento municipales recibieron órdenes de recortar otro 7% de sus presupuestos, incluyendo a la policía, los bomberos y los servicios médicos de emergencia.

Por ahora, los incrementos fiscales no parecen ser una opción. Las autoridades de la ciudad subieron los impuestos sobre la propiedad en un 27% hace dos años y dicen que los residentes no pueden soportar otro aumento, sobre todo en medio de una pandemia y de una tasa de desempleo histórica.

FUENTE: AP