La agencia brasileña que brinda atención médica a los indígenas envió un equipo al territorio del pueblo Yanomami, en una zona remota de la selva amazónica cercana a la frontera con Venezuela, para investigar un informe de que nueve niños murieron con síntomas de COVID-19 , informaron las autoridades el jueves.
Un miembro del grupo indígena , Júnior Hekurari Yanomami, que es presidente del consejo de salud local, alertó esta semana a la agencia brasileña Sesai que cinco niños habían muerto en sus aldeas y cuatro niños en otra, todos con síntomas que pudieron haber sido causados por el nuevo coronavirus. Recibió la información de segunda mano de los residentes de cada aldea.
Hekurari dijo a The Associated Press por teléfono que las nueve víctimas murieron en enero y que no se les hizo la prueba del coronavirus. También dijo que ninguna de las dos aldeas, Kataroa y Waphuta, había recibido visitas de trabajadores de salud del gobierno en más de 60 días, y que hasta el jueves por la tarde no había oído hablar de ningún equipo de Sesai que fuera allí.
Desde el inicio de la pandemia se expresaron temores de que las prácticas de vida comunal de los yanomamis, su lejanía de las instalaciones de salud modernas y la afluencia de mineros ilegales de oro a sus tierras podrían hacerlos más vulnerables al virus. Hasta ahora, el peor de esos temores no se ha materializado y los datos de Sesai dicen que de los 541 indígenas que han muerto en Brasil por COVID-19, 10 eran yanomami.
Sesai, que es parte del Ministerio de Salud de Brasil, dijo en un comunicado enviado por correo electrónico que investiga todas las presuntas muertes por COVID-19 en tierras indígenas. Tiene una unidad sanitaria a cargo del territorio Yanomami, que alberga a 28.000 personas en 371 aldeas.
FUENTE: AP