Estados Unidos se encontraba el domingo a punto de alcanzar una cifra que se consideraba impensable: 500.000 muertos por el coronavirus.
La cifra recopilada por la Universidad Johns Hopkins supera la cantidad de personas que murieron en 2019 a consecuencia de enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores, derrame cerebral, mal de Alzheimer, gripe y neumonía combinadas.