Los presidentes Joe Biden y Guillermo Lasso comenzaron una reunión este lunes en la Casa Blanca para hablar de "seguridad y asociación económica" entre Estados Unidos y Ecuador, que pide que se comparta el costo de la lucha contra el narcotráfico.
Una lucha que se ha saldado con cientos de muertos y llevó en noviembre a declarar el estado de excepción en parte de Ecuador, situado entre Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de cocaína.
"Creo yo que es justo compartir la factura", declaró Lasso el domingo, porque "la batalla se realiza aquí" pero "los beneficiarios no son solo los jóvenes y niños ecuatorianos sino también jóvenes y niños de Estados Unidos".
Para ganar esta batalla, Ecuador calcula que necesita 5.000 millones de dólares.
También puedes leer: Ecuador: EE. UU. ofrece cooperación contra el crimen organizado
"Hablaremos de cómo podemos profundizar nuestra seguridad y nuestra asociación económica", dijo Biden este lunes justo antes del encuentro a puerta cerrada.
Se analizarán programas de inversión "para abordar las necesidades de seguridad en el sistema penitenciario de Ecuador, el sector judicial y su seguridad marítima", añadió el presidente sentado junto a Lasso, a lado de la chimenea del despacho Oval.
"Esta es una gran oportunidad para reafirmar aquellos valores democráticos, de libertad, de respeto a los derechos humanos que compartimos", afirmó por su parte el presidente ecuatoriano en lo que es su segunda reunión bilateral con Biden, la primera en la Casa Blanca.
"Espero reafirmar ese espíritu entre aliados, para luchar por esa democracia, esa paz, esa justicia tanto en nuestra región" como para "apoyar los esfuerzos de su gobierno por alcanzar esos valores también en el mundo", le dijo al presidente estadounidense.
Lasso recordó que Ecuador fue el primer país latinoamericano "en condenar el ataque de Rusia a Ucrania porque creemos en el multilateralismo, creemos en el Estado de derecho internacional" y lamentó que después de una pandemia haya que lidiar con una guerra. Su homólogo le agradeció su "liderazgo moral".
Equilibrismo
El comercio es otro de los pilares de la visita de Lasso a Washington.
"Somos el único país de la costa pacífica de América que no tiene un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Esto es importante no solo en materia económica, sino para evitar los flujos migratorios creando empleo aquí", afirmó el domingo.
Como otros países latinoamericanos, Ecuador intenta esquivar la rivalidad entre las dos grandes potencias manteniéndose en buenos términos con Washington y aprovechando la disponibilidad de Pekín a sacar la billetera.
El primer presidente conservador de Ecuador en 14 años negocia con Biden sin dar la espalda a China, con el que tiene "prácticamente cerrado" un acuerdo de libre comercio que negocia desde hace diez meses.
Para Biden, una de sus prioridades es la crisis migratoria en la frontera con México, donde las autoridades han interceptado a más de dos millones de migrantes desde octubre de 2021, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
La mayoría son latinoamericanos, pero el número de ecuatorianos es bajo. Aun así se ha multiplicado en lo que va de año, desde unos 600 en enero hasta más de 5.000 en septiembre, según datos oficiales.
Algunas organizaciones temen un incremento del número de migrantes cuando se levante, a partir de este miércoles, la norma sanitaria que invocan las autoridades estadounidenses para expulsar de inmediato a la inmensa mayoría de ellos en la frontera con México.
En el ámbito internacional, los dos líderes explorarán oportunidades de colaboración cuando Ecuador asuma su mandato en el Consejo de Seguridad de la ONU para el bienio 2023-2024.
Días antes de la visita, Ecuador recibía buenas noticias de Washington.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el desembolso de unos 700 millones de dólares para el país tras concluir la sexta y última revisión del acuerdo alcanzado con Quito.
Y en el Congreso de Estados Unidos se aprobó una ley bipartidista de asociación para el año fiscal 2023 que amplía la cooperación para fortalecer las instituciones democráticas, un crecimiento económico inclusivo, las iniciativas medioambientales y la lucha contra la corrupción, la delincuencia y "la influencia extranjera maligna".
Aunque esta visita pone el broche de oro a su relación con Estados Unidos, a nivel interno Lasso navegó por aguas turbulentas este año, marcado por las manifestaciones antigubernamentales lideradas por el movimiento indígena Conaie, que participó en revueltas que provocaron la caída de tres presidentes entre 1997 y 2005.
Acabaron enterrando el hacha de la discordia, pero las discrepancias persisten.
FUENTE: AFP