En una entrevista con The Associated Press el papa Francisco habló sobre su salud, sus críticos y la próxima fase de su pontificado, que cumple su 10mo aniversario en marzo sin la sombra de Benedicto en un segundo plano.
Añadió que una pequeña fractura en la rodilla por una caída se había curado sin cirugía, tras un tratamiento con láser y magnetoterapia.
“Puedo morir mañana, pero vamos, está controlado. De salud estoy bien”, dijo a The Associated Press con su ironía habitual.
Las especulaciones sobre la salud de Francisco y el futuro de su pontificado no han hecho más que crecer desde la muerte de Benedicto, cuya renuncia en 2013 marcó un punto de inflexión para la Iglesia católica, como primer pontífice que renunciaba en seis siglos.
El papa Francisco y las críticas
Algunos expertos creen que Francisco podría verse más libre para maniobrar ahora que Benedicto, que pasó los 10 años de su retiro en el Vaticano, ya no está. Otros sugieren que cualquier clase de paz eclesiástica que hubiera ha terminado y que ahora Francisco está más expuesto a las críticas, privado de la influencia moderadora que jugaba Benedicto a la hora de mantener a raya a los católicos más conservadores.
El papa reconoció que había opiniones encontradas, pero pareció casi optimista al respecto.
“Yo no lo relacionaría con Benedicto, sino por el desgaste del gobierno de diez años”, dijo sobre su papado. Su elección fue recibida primero con “sorpresa” por la designación de un papa suramericano, dijo. Después llegó la incomodidad “cuando empiezan a ver los defectos que yo tengo, (...) no les gusta”, dijo.
“Yo lo único que pido es que me las hagan en la cara, porque así crecemos todos ¿no?”, añadió.
Francisco elogió el “señorío” de Benedicto, y dijo que con su muerte, “perdí un papá”.
“Para mí era una seguridad frente a una duda, pedir el auto e ir hasta el monasterio y preguntar”, dijo sobre sus visitas a la casa de retiro de Benedicto para buscar consejo. “Yo perdí a un buen compañero”.
El papa Francisco habló sobre la homosexualidad
“Ser homosexual no es un delito”, dijo el papa Francisco durante una entrevista con The Associated Press. Francisco reconoció que los obispos católicos en algunas partes del mundo apoyan las leyes que criminalizan la homosexualidad o discriminan a la comunidad LGTBQ, y se refirió a la homosexualidad como un “pecado”. Sin embargo, atribuyó esas actitudes a contextos culturales y dijo que los obispos en particular también deben pasar por un proceso de cambio para reconocer la dignidad de todos.
“También el obispo tiene un proceso de conversión", dijo, añadiendo que debían mostrar “ternura, por favor, ternura, como la tiene Dios con cada uno de nosotros”.
Unos 67 países o jurisdicciones de todo el mundo penalizan las relaciones sexuales consensuadas entre personas del mismo sexo y 11 de ellos pueden aplicar o aplican la pena de muerte, según The Human Dignity Trust, que trabaja para acabar con esas leyes. Los expertos señalan que incluso cuando las leyes no se aplican, contribuyen al acoso, la estigmatización y la violencia contra las personas LGBTQ.
FUENTE: Associated Press