El Parlamento de Austria aprobó una ley que permitirá a personas con enfermedades crónicas o terminales expresar su derecho de morir en circunstancias estrictamente definidas.
A partir del año próximo, las personas con enfermedades crónicas graves o sin perspectivas de recuperación podrán declarar su voluntad de morir en un documento similar a un testamento en vida.
La ley excluye explícitamente a los menores para evitar posibles abusos. Los adultos que deseen poner fin a sus vidas deberán presentar un diagnóstico y ser capaces de confirmar su decisión. Deberán hablar con dos médicos y, después de un período de reflexión, dejar su notificación a un abogado o notario.
Con ello podrán obtener las sustancias letales en farmacias. Los nombres de las farmacias que proporcionen los medicamentos no se anunciarán públicamente y sólo se divulgarán a los abogados y notarios que reciben las notificaciones.
La asistencia activa al suicidio seguirá prohibida y penada con entre seis meses y cinco años de prisión.
FUENTE: Associated Press