Dos partidos de izquierda daneses pidieron hoy la comparecencia de los ministros de Defensa y Justicia tras revelarse que Dinamarca consintió que Estados Unidos usara sus cables de telecomunicaciones para espiar a líderes europeos.
Se cita también al entonces líder socialdemócrata alemán, Peer Steinbrück, y a altos dirigentes de Francia, Suecia y Noruega.
"Esto hace que políticos de Suecia, Noruega y Alemania, nuestros socios más cercanos, no puedan confiar en Dinamarca. Es un gran problema y más aún si se sabía y se aceptó con los ojos abiertos", afirmó Eva Flyvholm, portavoz en temas de defensa de Lista Unitaria, uno de los aliados del Ejecutivo socialdemócrata.
El Partido Socialista Popular, otro aliado del Gobierno en minoría de la socialdemócrata Mette Frederiksen, presentó también una petición similar para que comparezcan los titulares de Defensa, Trine Bramsen, y Justicia, Nick Hækkerup.
INFORME CONFIDENCIAL DE LOS SERVICIOS DE INTELIGENCIA
Según la DR, que cita a nueve fuentes sin identificar con acceso a material clasificado del servicio de inteligencia de Defensa danés (Forsvarets Efterretningstjeneste, o FE), un informe confidencial de este de 2015 concluyó que la NSA había espiado a políticos de países vecinos de Dinamarca aprovechando su colaboración con la inteligencia danesa.
El informe fue entregado a la dirección del FE, sin que aparentemente hiciera nada al respecto.
El organismo encargado de controlar al FE abrió en 2018, tras recibir un aviso de un informante, una investigación, que emitió en agosto pasado una dura crítica a las prácticas de la inteligencia danesa, aunque sin citar las escuchas de la NSA, lo que provocó el relevo de varios cargos y la creación de una comisión.
Ninguno de los organismos daneses afectados ha comentado las últimas revelaciones.
"El Gobierno no puede hablar de especulaciones sobre temas de inteligencia, que son tratados en las comisiones respectivas en el Parlamento", señaló Bramsen en un breve escrito enviado a la DR.
Bramsen añadió no obstante que su Gobierno tiene la misma posición que la mostrada en 2012 y 2014 por la entonces primera ministra socialdemócrata, Helle Thorning-Schmidt: "las escuchas sistemáticas de aliados estrechos son inaceptables".
UN ESCÁNDALO DESTAPADO EN 2013 POR REVELACIONES PERIODÍSTICAS
El escándalo por el espionaje "amigo" que EEUU practicó a Merkel y otros líderes salió a relucir en 2013 y empañó las relaciones entre los dos grandes aliados transatlánticos, Berlín y Washington.
Merkel expresó ya su malestar al entonces presidente, Barack Obama, por lo que tachó de "inaceptable espionaje entre amigos".
Sucesivas revelaciones periodísticas sacaron a la luz esas prácticas, que la NSA había estado llevando a cabo desde los 90 y que afectaron a otros líderes y al Banco Central Europeo (BCE).
FUENTE: EFE